Un absurdo e insólito hecho ocurrió en el duelo entre el Manchester City y el Shakhtar Donetsk, válido por la cuarta jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones.
Se jugaba el minuto 22 del encuentro cuando Raheem Sterling ingresó al área con el balón dominado. Los ingleses atacaban y buscaban alargar la diferencia, que ya era de 1-0 tras el gol de David Silva, a los 13′.
Cuando Sterling ingresó al área y se puso mano a mano con el arquero, en su intento de definición, le erró al balón, le pegó al pasto y cayó. La jugada no habría tenido trascendencia si el juez, el húngaro Viktor Kassai, no hubiese sancionado penal.
Ni su asistente en la línea, ni el que estaba detrás del arco, a tres metros de la caída del ariete, advirtieron la situación, por lo que el árbitro terminó haciendo el ridículo, sancionando un penal inexistente y que, seguro, dará la vuelta al mundo.
Gabriel Jesús aprovechó el insólito yerro y marcó desde los 12 pasos el 2-0. Al final el City ganó 6-0.
