El Manchester City consiguió ganar por 3 goles a 0 contra el Fulham. No fue suficiente para Pep Guardiola. La victoria no refleja lo que se vio en el campo y no es que los citizen no la hubieran merecido sino que debió ser mucho más abultada. Durante el partido, los jugadores de los blue sky desperdiciaron hasta 28 ocasiones de gol y el técnico catalán se mostró muy enfadado en la rueda de prensa postpartido.
Su enfado ha traído consecuencias y la plantilla del Manchester City no tendrá día libre esta semana. En el día que supuestamente deberían haber tenido libre, el técnico hizo acudir a sus jugadores al entrenamiento para darles una sesión táctica y corregir errores. Se centraron en “las cosas simples, el pase y el control del balón” y les enseñó en qué pueden mejorar. Así lo advirtió en dicha rueda de prensa.
El temor de Guardiola es la relajación. Teme que estas 28 ocasiones falladas sean un síntoma de que se sientan demasiado poderosos. Tras haber conseguido más de 100 puntos la pasada temporada y haber sido tan superior a sus rivales, los jugadores podrían relajarse y Pep sabe que eso sería mortal. Sus rivales se han reforzado muy bien y ellos deben seguir mejorando si quieren volver a ganar, la obsesión del técnico.