El exfutbolista británico David Beckham y sus socios en el proyecto para que Miami esté representada por un equipo en la liga mayor de fútbol de Estados Unidos (MLS) han dado un giro en sus planes sobre la localización del futuro estadio y la nueva propuesta ha sido recibida con polémica.
Todos los involucrados y los residentes han comenzado a reaccionar a la decisión de la Comisión de Miami de someter a referéndum el posible alquiler de tierras públicas al proyecto “Freddom park” de David Beckham.
Pero a los vecinos les preocupa que no está claro cómo la construcción del complejo polideportivo de 28 mil espectadores afectará el tráfico y al sector residencial cercano.
Para otros, la preocupación es el futuro del programa first tee, que atiende a más de 2 mil niños de la ciudad en el actual campo de golf, y los representantes dicen que la alternativa de reubicación no funciona.
Otros creen que el proyecto final debe ser una conciliación de todos los intereses.
Lo ocurrido
En votación 3-2 se decidió la aprobación del futuro estadio de Beckham en Miami, quien durante años ha perseverado, primero, en formar en el sur de Florida una franquicia de fútbol profesional –lo cual logró–, y segundo: construir un estadio, que estuvo sumergido en un largo proceso de aprobación.
Los comisionados Keon Hardemon, Joe Carollo y Ken Russell votaron a favor, mientras que Manuel Reyes y Willie Gort se manifestaron en contra.
La comisión que estuvo reunida durante todo el día aprobó que sea llevado a referendo el alquiler de un terreno de la ciudad, donde el grupo Beckham e inversionistas locales como Jorge Mas planean levantar todo un complejo de entretenimiento, que incluye el estadio.
Una vez incluida la propuesta de alquilar un terreno donde hoy existe un campo de golf, cerca del Aeropuerto Internacional de Miami, en la boleta de noviembre, serán los votantes quienes finalmente decidan si quieren el estadio.
Según los comisionados ellos garantizaron algunas medidas que no solo beneficiarán económicamente a la ciudad, sino también a los posibles trabajadores del lugar.
De acuerdo a los comisionados, su deber es velar por los beneficios para los contribuyentes, por lo cual presentaron algunas "condiciones" para que el proyecto pasara. Entre ellas, que la ciudad no pague por la limpieza del lugar –contaminado– y que compensen por la eliminación de áreas verdes.
También pidieron que se comparta con la ciudad de Miami las ganancias del complejo y que cada empleado gane al menos 15 dólares la hora.
Tras la aprobación de este miércoles la ciudadanía decidirá en las elecciones de noviembre el alquiler del terreno, por lo que ya ha iniciado la nueva etapa en la contrucción del estadio: convencer a los votantes.
Fuente: Cadena SER - Telemundo
