La selección brasileña va en serio a por el sexto título mundial y, aunque asuste con la magia de Neymar, Coutinho y Willian arriba, es la defensa la columna vertebral de este equipo.
Con Thiago Silva, Miranda y Casemiro jugando como una sinfonía, Brasil es el equipo que más recuperó balones en el torneo, sólo encajó un gol en cuatro partidos y sus números asustan tras la victoria ante México: en todo el Mundial, Brasil sólo permitió a sus rivales que tiraran cuatro veces a portería. Una media de tan sólo una finalización acertada para sus rivales por partido en Rusia.
Alisson apenas ha trabajado durante todo el Mundial y, ante México, prácticamente no vio el color de la pelota. Ante México, Brasil tuvo 10 ocasiones en la portería de Ochoa, que brilló y evitó una goleada canarinha en Samara. Los mexicanos sólo lograron un tiro sobre los palos de Alisson.
En el partido anterior, Serbia creó 10 oportunidades, pero sólo una con la dirección correcta. Costa Rica no vio a Alisson durante todo el partido: cero oportunidades de gol, contra seis de los brasileños. Suiza fue el que mejor se salió contra la defensa brasileña. Tiró dos veces a portería y en una de ellas marcó el único gol sufrido por Brasil en todo el torneo.
La solidez del sistema defensivo de Tite no es novedad. En 25 partidos bajo el mando de su entrenador, la selección brasileña sólo encajó seis goles.
