El argentino tiene mejor porcentaje de aciertos que el portugués. Pero ambos fallaron en este Mundial de Rusia 2018.
Los detractores a ultranza de Lionel Messi, y fundamentalmente los propios argentinos, suelen destacar los logros de su contrafigura, Cristiano Ronaldo, para desacreditarlo.
Muchas veces apelan a estadísticas, reales o imaginadas, para sostener la tesis de la superioridad del lusitano sobre el rosarino. Sin embargo hay un número que podría tomarlos por sorpresa.
A la hora de patear penales con la camiseta de sus selecciones, el capitán del seleccionado argentino, quien en esta Copa del Mundo falló en el primer partido ante Islandia, tiene una efectividad bastante superior a la del astro portugués, quien el lunes dilapidó su chance desde los 12 pasos ante Irán.
El futbolista de Real Madrid erró en el encuentro ante los asiáticos su sexto penal de los 13 que ejecutó en su carrera con el combinado luso, por lo que su porcentaje de efectividad es de apenas 53 por ciento, un número impensado para un jugador de sus quilates.
Vistiendo el uniforme albiceleste, a Messi le ha tocado 19 veces pararse cara a cara y a once metros de distancia del arquero rival. En 15 ocasiones su remate terminó en la red, por lo que su porcentaje de acierto es de 79 por ciento.
Cristiano, máximo anotador histórico del seleccionado portugués (lleva 85 y quien lo sigue, Pedro Pauleta, logró apenas 47), es el futbolista que más penales falló en la historia de la selección lusa, superando los cuatro de Luis Figo y los tres de Jordao y Oceano.
Messi, también goleador histórico de la Selección Argentina (lleva 64 y supera por 8 a Gabriel Batistuta), falló por primera vez con la casaca albiceleste el 15 de agosto de 2012 en un amistoso que el equipo de Alejandro Sabella le ganó 3 a 1 a Alemania en Frankfurt. Ese día se lo atajó Marc-André ter Stegen, quien luego se convertiría en su compañero en Barcelona.
Sus siguientes fallos fueron ante Brasil en un amistoso que Argentina perdió 2 a 0 ante Brasil en Beijing (se lo atajó Jefferson), frente a Chile en la final de la Copa América Centenario de 2016 (remató por arriba del travesaño) y contra Islandia, en el debut del Mundial de Rusia.