La sangre que le salió por la herida dejó un rastro en su pómulo y en su mejilla, e incluso le manchó la camiseta en el hombro. Lo correcto habría sido que saliera al área técnica para detener el sangrado, tal y como hizo el alemán Sebastian Rudy en el partido que su selección disputó con Suecia, el sábado pasado.
Además, las normas de la Fifa indican que “todo jugador con herida sangrante saldrá del terreno y no podrá retornar hasta que el árbitro considere que la herida ha dejado de sangrar”. De igual manera, dicen que el afectado no podrá vestir ropa manchada de sangre, así que el argentino, con omisión del juez central, infringió esa norma.
Esta foto evidencia que el árbitro turco Cuneyt Çakir tuvo a Mascherano a pocos metros de distancia, pero no le pidió que saliera para ser atendido por los médicos de la selección.