El partido inaugural entre Rusia y Arabia Saudí dejó una imagen que le está dando la vuelta al mundo. Ha sido en el momento del primer gol de los anfitriones, obra del centrocampista Yuri Gazinsky en el minuto 11 tras un remate de cabeza a placer.
Las cámaras no tardaron en dirigirse hacia el palco del estadio Luzhnikí de Moscú. Allí se encontraban Vladimir Putin, presidente de Rusia, Gianni Infantino, presidente de la FIFA y Mohamad Salman, príncipe heredero de Arabia Saudita.
Fue en ese momento cuando los dos primeros se encogieron de hombros ante la mirada resignada de Salman, pues el gol tuvo sus tintes cómicos por el resbalón de un defensa. Acto seguido, Putin le dio un apretón de manos a Salman.
No sería la única vez que entre ambos habría cruce de miradas. Hasta cinco veces pareció ‘disculparse’ Putin por cada uno de los goles rusos ante un conjunto árabe, dirigido por Juan Antonio Pizzi, muy débil y que sufrirá para no encajar goleadas en cada partido.