En la lista inicial de 35 futbolistas apareció como defensor y en la nómina definitiva de 23 como volante. La posición de Javier Mascherano para el Mundial de Rusia resultó siempre un tema de debate. Y Felipe, de 9 años, volante central de las infantiles de Defensa y Justicia, dio el puntapié inicial.
"¡Muy bien! Casi siempre los chicos quieren jugar más arriba. Yo ya no sé de lo que juego", le dijo el experimentado jugador argentino con una sonrisa. A 17 días para que comience la Copa del Mundo, uno de los emblemas del seleccionado nacional se tomó con humor el dilema, en un evento que McDonalds organizó en Ezeiza.
"No tengo ninguna preferencia de jugar de cinco o de dos. Hablo con sinceridad. Estoy dispuesto a ayudar desde donde me toque. Sería egoísta de mi parte querer venir a la selección en mi último Mundial con pretensiones. Lo único que quiero es ayudar a mis compañeros y al entrenador desde donde me toque y de la manera que sea. De ese modo, las cosas irán por el buen camino. Ese es mi objetivo personal y de todo el grupo en lo colectivo", respondió Mascherano.
A punto de disputar su cuarto Mundial (junto con Lionel Messi igualarán a Diego Maradona en la cantidad de Copas del Mundo disputadas), el santafesino había asegurado hace un par de días: "Soy un soldado que va directo a morir, es la última batalla". Rusia 2018 será, al cabo, la despedida para el futbolista que vistió la camiseta celeste y blanca en 142 encuentros. "Contar con la posibilidad de jugar mi cuarta Copa del Mundo es un gran orgullo. Jamás me lo hubiera imaginado porque mi sueño era estar en una. Con una me conformaba. Quiero disfrutarlo al máximo, vivir cada momento de la mejor manera y colaborar para que la Argentina llegue al último día de competencia. Messi y Maradona no son de este planeta y yo sí. Entonces, igualarlos, es un honor", dijo. Y añadió acerca de su preparación. "La puesta a punto es ajustando al máximo los detalles. Quizás en lo mental ya sé que no habrá futuro en estas citas y genera que me brinde al máximo, con responsabilidad e intentando disfrutar todo mucho más, con mayor energía. Pero en el resto lo preparo de la misma manera que cuatro años atrás para Brasil 2014".
En el medio de una gran cantidad de chicos que lo observaban con admiración, Mascherano también contó sus sueños de la infancia. "Mi realidad superó absolutamente la ficción. Cuando tenía 9 o 10 años yo también tenía en mi cabeza deseos más reales que después pude concretar. Eran sueños quizás más terrenales. Si hoy pienso que voy a disputar mi cuarto Mundial con la camiseta argentina no logro entenderlo bien", aseguró.
Una de las preguntas ineludibles de parte de los chicos tuvo que ver con aquella frase que inmortalizó en Brasil destinada a Sergio Romero: "Hoy te convertís en héroe". Aquella noche del 9 de julio de 2014, en San Pablo, Mascherano fue el corazón del equipo, pero Chiquito resultó la gran figura. El volante jugó un gran partido, dio muestra de su liderazgo y antes de los penales habló con cada uno de los integrantes del plantel. "Nunca tomé conciencia de que aquella frase impactaría tanto porque ahí no sabés si alguien te está grabando o no. Estás a mil revoluciones por hora. Fue cuestión de animar a un compañero para que te saque adelante en ese momento de tensión", dijo.
Además, el ex jugador de Barcelona aseguró que no cree que el público argentino no valore a esta generación que llegó a tres finales, una por la Copa del Mundo y dos en Copa América: "Creo que la gente en la calle siempre tiene en cuenta nuestro esfuerzo. Nunca he sentido algo negativo, siempre mensajes positivos. Sentimos el apoyo todo el tiempo. Legué al país hace dos semanas y el primer día ya sentí que la gente vivía el clima del Mundial. Estoy muy agradecido por todo", cerró el actual jugador del Hebei Fortune de China.
Fuente: La Nación / Argentina