El arquero de 40 años, Gianluigi Buffon, jugó su último partido con Juventus tras 17 temporadas y redondeó una brillante carrera que incluye otras 6 con Parma y el título mundial con la selección de Italia en Alemania 2006. El conjunto de Turín ganó en casa 2-1 frente al Hellas Verona.
Un Buffon muy emocionado se acercó hasta la tribuna donde están los tifosi de la Curva Sud, los hinchas más fieles de Juventus, y fue estrechando sus manos uno a uno durante varios minutos.
A la hora del partido, Buffon salió a la cancha junto a sus tres hijos varones y en la tribuna desplegaron una bandera gigante con su figura. En todo el estadio hubo carteles con mensajes de agradecimiento para el arquero y camisetas de distintas épocas que el arquero lució en Juventus.
En el segundo tiempo, cuando la Juve ganaba 2-0, a los 20 minutos, el entrenador Massimiliano Allegri decidió reemplazar al arquero para que todo el estadio lo ovacionara. En su lugar ingresó Carlo Pinsoglio, y Buffon se quedó en el banco disfrutando, aunque a los pocos minutos enfiló para el vestuario, visiblemente emocionado.
Cuando el partido estaba 2-1 y el suizo Stephan Lichtsteiner, que también jugaba su último partido en el club, falló un penal (se lo atajó Nicolás, el arquero de Hellas Verona), Buffon volvió a entrar en escena y fue saludando a los hinchas que se acercaban al acrílico que divide las gradas del campo de juego, uno a uno alrededor del perímetro del terreno donde sus compañeros cerraban la temporada de Serie A en la que Juventus se quedó con el Scudetto.
Buffon terminó su etapa como jugador en el Bianconero. Se llevó bufandas, camisetas y otras ofrendas que los fanáticos le colgaban del cuello a medida que el arquero pasaba y los abrazaba o les estrechaba la mano. Se terminó una era en el arco de la Juventus y queda el legado de Gigi, querido y respetado por todos.