FIFA inhabilita por dos años a Ramón Maradiaga por su silencio en amaño de partidos
El entrenador hondureño, Ramón "Primitivo" Maradiaga, conversó con el programa Al Pie del Deporte y www.everardoherrera.com sobre el duro momento que atraviesa luego de haber sido suspendido dos años por la FIFA.
Al estratega, de 63 años de edad, se le castigó por un episodio del 2016 cuando dirigía a la selección mayor de El Salvador porque "permitió y no denunció" que una tercera persona hablara con sus jugadores para alterar un resultado ante Canadá.
"Es un momento muy complicado en este instante de mi vida, todo se originó previo al encuentro contra Canadá, a mí me presentaron a un señor de apellido Padilla e inmediatamente me dijeron que llegaba de parte de un empresario hondureño multimillonario a hacer un ofrecimiento a los jugadores de El Salvador para ganar el partido y en todo caso si perdía que fuera por le margen de un gol, yo inmediatamente le dije que en este tema no entraba, que no quería tener participación y que ese ofrecimiento se lo hiciera a los miembros de Federación, o en todo caso que lo hablara con los jugadores", explicó Maradiaga.
"El partido se perdió (3-0) y yo finiquité el contrato con El Salvador, luego me enteré que si hubo una reunión con los jugadores y me llamaron de la Federación para entrevistarme con un representante de FIFA de Costa Rica de nombre Rodrigo, quien me preguntó todo lo que había acontecido y pensé que era algo que no tenía mayor incidencia", agregó.
"Estoy limpio"
"Es un golpe duro, Dios dirá que podrá venir más adelante, es lamentable por cómo se dieron las cosas, sé que estoy limpio, reconozco que mi error fue no haber hablado directamente con los miembros de la Federación salvadoreña pero en ese momento ya las relaciones no eran buenas con ellos y por eso me abstuve", concluyó el timonel.
La Comisión de Integridad de la FIFA investigó la implicación de Maradiaga en el caso y determinó que "permitió y no dio parte de la reunión mantenida por los jugadores y esa tercera persona". El órgano de decisión de la Comisión de Ética lo consideró culpable de infringir el Código Ético de la organización.