Desde que se conoció que Rusia sería la sede del Mundial de 2018, el Comité Organizador Local (COL) y la FIFA establecieron una amplia estrategia sostenible para que el impacto ambiental, social y económico del encuentro deportivo no fuera tan fuerte como ha sucedido en las anteriores ediciones.
“Se pondrán en práctica una extensa gama de actividades con el fin de garantizar que los posibles efectos negativos de la planificación y la ejecución de este gran evento queden reducidos al mínimo”, asegura la FIFA. Al mismo tiempo buscan que los efectos positivos se vean reflejados en todas las ramas de la sociedad, y para ello, cuentan con una inversión de US$20 millones.
"No existe en el mundo otra competición de una sola disciplina que tenga la envergadura de la Copa Mundial de la FIFA. Organizarla de forma sustentable es todo un reto. Inevitablemente, la magnitud del torneo tiene sus efectos, que hay que evaluar y mitigar; pero también representa una oportunidad única para dejar un fantástico legado a Rusia", declaró Federico Addiechi, responsable de Sustentabilidad de la federación.
Con la suficiente experiencia de mundiales pasados y los estándares internacionales se lograron definir las prioridades de la competencia, estas fueron examinadas por ONGs, agencias de la Onu, afiliados comerciales, ciudades anfitrionas y autoridades regionales y gubernamentales.
"La Copa Mundial de la FIFA y la Estrategia de Sustentabilidad servirán para avanzar de forma innovadora en los estándares y prácticas de diferentes sectores. Nuestro planteamiento integra aspectos sociales, económicos y medioambientales", comentó Milana Verkunova, responsable de sostenibilidad del COL.
El objetivo de la estrategia contempla que los 12 espacios deportivos cumplan con las regulaciones, normativa internacional verde o BREEAM y el sello LEED, que se otorga sólo a los edificios calificados como sostenibles. Para alcanzar la meta, el Comité Organizador Local (Col) de Rusia lleva desde 2015 realizando talleres sobre la aplicación de normas de construcción ecológica.
“Las partes implicadas se han involucrado en el desarrollo de la estrategia. Por lo que respecta al racismo y la discriminación, el Mundial supone una gran oportunidad para sensibilizar y poner en marcha iniciativas que sean realmente efectivas", añadió Yuri Boychenko, jefe de la Sección de Lucha Contra la Discriminación de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Una estrategia integral
La Estrategia de Sostenibilidad resultante para la Copa Mundial de la FIFA 2018 tiene nueve cuestiones clave y 25 objetivos de rendimiento relacionados que se centran en las áreas de enfoque social, ambiental y económico.
-Social: Contribuir al desarrollo humano y social
La FIFA y el COL apoyarán iniciativas en las áreas de salud y seguridad, trabajo decente y desarrollo de capacidades, inclusividad e igualdad, desarrollo social a través del fútbol, así como una vida sana y un legado deportivo sostenible.
-Ambiental: Protegiendo al medio ambiente
Minimizar el impacto ambiental de las actividades relacionadas con la Copa Mundial de la FIFA y sensibilizar a todas las partes implicadas son prioridades clave. La aplicación de tecnologías de vanguardia y la construcción de estándares garantizarán que los estadios de la Copa Mundial de la FIFA se construyan y se ejecuten de manera sostenible, y que beneficien a la sociedad después del evento.
-Económico: Mejorando el desarrollo económico local
La Copa Mundial de la FIFA 2018 es una oportunidad para promover el desarrollo sostenible y para impulsar la economía local mediante el apoyo a la inversión relacionada con la Copa Mundial de la FIFA, la creación de empleo y el desarrollo de infraestructura.
"Estamos dando pasos concretos hacia la sostenibilidad, creando mejores prácticas para otros eventos deportivos importantes y, con suerte, inspirando a otros a buscar e implementar iniciativas de sostenibilidad", concluye la FIFA.
Nuevos estadios:
El Estadio Olímpico Luzhnikí, en que se llevará a cabo el partido inaugural del mundial, contará con nuevas tecnologías de construcción, entre las que se destacan: su sistema de calefacción y ventilación, el uso de luces led y una amplia estructura que permitirá el ahorro de agua.
En este mismo espacio deportivo se plantaron 1.050 árboles y se destinaron 15.700 m2 para jardines. Con la aplicación de esta norma medioambiental se logró reducir en un 70% la energía necesaria para la operación de los estadios de la cita mundialista, según información de la FIFA.
El Estadio Kazán Arena y el Spartak también recibieron certificación BREEAM. Y cuentan con un sistema permite regular su consumo energético.
El balón: Telstar 18
La pelota que le dará vida al Mundial de Rusia 2018 también es amigable con el planeta. Se construyó con ocho paneles pegados al calor y es ocho gramos más liviana que la que se utilizó en Brasil 2014. El balón cuenta con un envoltorio que está hecho con elementos reciclados y con un chip NFC que le permite despachar información en tiempo real.
En torneo mundial reunirá 32 selecciones. La FIFA espera que más de 3 mil millones de personas disfruten de este magno evento.
Fuente: Diario El Espectador Colombia