Evangelos Marinakis, dueño del Nottingham Forest y de Olimpiakos, ha sido acusado de tráfico de drogas en un caso de contrabando de heroína en Grecia.
El fiscal griego Elrini Tziva ha lanzado cargos muy graves él, acusándole de ser la cabeza de una operación en la que un buque fue interceptado en el puerto de El Pireo con 2,1 toneladas de heroína, en el año 2014.
Marinakis, que compró el Nottingham Forest en 2017 a cambio de 50 millones de libras, ha negado categóricamente los hechos: “La reciente acción judicial es un atentado deliberado contra mi persona. Las acusaciones están orquestadas y sin ningún fundamento legal. Es una trama deliberada que se ha estado gestando durante mucho tiempo y, como tal, no sólo es ofensiva, sino simplemente criminal… Nunca he tenido nada que ver con los actos con los que se me relaciona. Estoy seguro de que la investigación demostrará mi inocencia”.
Marinakis, de 50 años, ha sido acusado de financiar una operación ilegal junto a tres de sus colaboradores más cercanos. La investigación judicial rastreó el origen del dinero centrándose en unas transferencias bancarias que habían despertado sospechas. Varias de las transferencias habían sido vinculadas al buque confiscado y probablemente utilizadas para financiarlo.