Este domingo el equipo del Liverpool empató en casa 2-2 ante el Tottenham en uno de los partidos más atractivos de la fecha 26 en la Premier League de Inglaterra. Para los locales Mohamed Salah consiguió doblete (3'-91'). En el Tottenham marcaron Victor Wanyama (80') y Harry Kane (95' penal).
Kane había desperdiciado un penal al 87'.
Las acciones
El partido muy pronto se vería decantado hacia el lado local. A los tres minutos el Liverpool mandaba un balón largo que el Tottenham no acertaba a despejar y era Dier quien cometía el error de ceder el balón atrás. El pase hacia el portero del central inglés lo recogía Salah para plantarse ante Lloris y batir a este con un disparo cruzado. Muy pronto se ponía por delante el cuadro local y muy caro pagaba su error el equipo spur.
Al Tottenham le entraron los nervios y el Liverpool lo aprovechó imprimiendo una mayor velocidad y presión sobre su rival. Aunque Son intentaba responder, el gran disparo de Milner demostraba que estaba más cerca el segundo del empate. Salah llamaba por segunda vez al arco de Lloris pero no lograba ver puerta esta vez. El equipo red era un vendaval en ataque y el Tottenham estaba completamente perdido. Pochettino le pedía a los suyos más calma y criterio a la hora de jugar el balón para reducir las constantes pérdidas de posesión.
El reloj corría y, al igual que frente al City, el Liverpool seguía sin bajar el ritmo. Como perros de presa iban de un lado a otro hasta recuperar el esférico y encarar la portería rival. A su vez, el Tottenham sólo conseguía ver la puerta de Karius desde larga distancia, echando en falta a un Harry Kane que apenas se dejó ver en la primera mitad.
El Tottenham reaccionó tras el descanso
La gran incógnita de cara a la segunda mitad era si el Liverpool bajaría una marcha o se mantendría como hasta entonces. Los de Pochettino llevaban la iniciativa y la posesión pero siempre con el temor de que una contra red sentenciase el encuentro. Poco a poco los spurs iban despertando y Son tenía un mano a mano que Karius desbarataba. A pesar de las pocas ocasiones visitantes, el meta alemán era uno de los principales culpables de que el Liverpool siguiese por delante en el marcador.
La iniciativa del Tottenham se había convertido en asedio y el Liverpool comenzaba a sufrir por primera vez en el encuentro. Sin embargo, Klopp introducía cambios para que su equipo tomase oxígeno en el mediocampo. Oxlade-Chamberlain y Wijnaldum entraban al campo. Pochettino hacía lo propio y arriesgaba cambiando al central Davinson Sánchez para dar entrada a Lamela. Los cambios perjudicaron más al Liverpool que perdió mordiente arriba.
Las decisiones arbitrales, polémicas y determinantes
Restaba menos de cuarto de hora y Klopp decidió meter un tercer central para intentar amarrar la victoria. Mientras tanto, Pochettino sustituía a Dembelé por Wanyama para que éste cerrara los posibles contragolpes locales. Iba a ser el keniata quien haría la igualada con un zapatazo desde la frontal. El mediocentro cazaba un rebote desde la frontal y fusilaba ante un Karius que aún no se había repuesto del centro spur. Las malas noticias para el Liverpool aumentaban con un penalti que no debió ser señalado por fuera de juego. Irónicamente, Karius detenía el disparo al medio de Kane para mantener con vida a su equipo.
El partido parecía acabado pero Salah tenía la última palabra. El egipcio se inventaba una jugada por banda en la que se terminaba metiendo hasta la cocina y batiendo con la puntera a Lloris. El Liverpool lograba el desempate en el descuento y todo Anfield estallaba de júbilo. Un éxtasis que se esfumaba en el último suspiro cuando el liner señalaba un inexistente penalti de Van Dijk sobre Lamela. Esta vez Kane no perdonaba y ponía el empate desde los once metros.
Reparto de puntos para dos equipos que pelean por una plaza de Liga de Campeones y que vivieron toda clase de momentos durante los 90 minutos. El Liverpool se confió demasiado y cuando se iba a llevar la victoria apareció el árbitro para arrebatársela y concederle un punto que al Tottenham le sirve para salir satisfecho de Anfield.
