El Barcelona confirmó el fichaje de Coutinho, quien será jugador de la entidad azulgrana durante los próximos cinco años. Su cláusula de rescisión asciende a los 400 millones de euros.
El club finiquita así, por fin, la operación que no pudo cerrar en verano. El acuerdo que nunca llegó y la firma que nunca se produjo se materializaron este sábado por la tarde, aunque todavía queda por hacer la foto oficial con el presidente, Josep Maria Bartomeu.
El jugador del Liverpool no había viajado con el club inglés a Dubai, donde el equipo iba a celebrar unos días de concentración antes del próximo encuentro, contra el City el domingo 14 de enero. Y, tras aterrizar ayer en Barcelona, es muy probable que esté hoy en el palco del Camp Nou.
La ausencia de Coutinho en los Emiratos Árabes desató todavía más los rumores en torno a su traspaso, del que se hablaba con insistencia en las últimas semanas. No en vano, el centrocampista ya se había perdido (por lesión, supuestamente) los últimos dos partidos de los reds.
Las últimas declaraciones del técnico del Liverpool, Jürgen Klopp —“Es uno de los muchos que volverán a estar disponibles para el partido contra el Manchester City”— lo situaban vestido de rojo los próximos días, pero no será así. Fue solo una muestra más de lo costosas que fueron las negociaciones, que se han alargado cinco meses.