Tres momias y el testimonio de un arqueólogo fueron algunos de los instrumentos a los que apelaron los abogados del futbolista peruano Paolo Guerrero para lograr la reducción de un año a seis meses de la pena que se le había aplicado luego de que diera positivo en un control antidopaje.
Bichara Neto, abogado del jugador, confirmó al portal UOL de Brasil que contaron con el auxilio de tres momias halladas en la cordillera de los Andes en 1999 para probar que la sustancia detectada en la muestra de Guerrero -un metabolito de cocaína- puede permanecer en el cuerpo de una persona durante años.
La defensa, con ayuda de un arqueólogo, se apoyó en diversos estudios que demostraron que el metabolito benzoilecgonina había permanecido en las momias a pesar del paso de los siglos.
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Una de las momias halladas en la Cordillera de los Andes en 1999
De acuerdo con el diario, en una de las momias se detectó en el pelo una cantidad importante de benzoilecgonina, la misma sustancia encontrada en Guerrero, lo que indica que ingirió hoja de coca unos quinientos años atrás.
"Eso ayudó a componer los argumentos de la defensa. Por sí solo no sería decisivo, pero sumado a otras pruebas fue valioso", aseguró Bichara Neto.
Guerrero había dado positivo en el control antidopaje realizado tras el partido que su selección disputó ante Argentina el pasado 5 de octubre en la Bombonera, en el marco de las Eliminatorias Sudamericanas. En la muestra del delantero se detectó "el metabolito de la cocaína benzoilecgonina", una sustancia incluida en la Lista de Prohibiciones de la AMA 2017 en la clase "S6: estimulantes".
La sanción inicial a Guerrero había sido de un año, pero luego el Tribunal de Apelaciones de la FIFA la redujo a seis meses, por lo que el futbolista de Flamengo podrá disputar el Mundial de Rusia 2018 con su selección.
