El cuerpo técnico y el responsable médico del Barcelona han resuelto ejecutar un plan específico para terminar con las molestias que persiguen a Luis Suárez desde la Supercopa de España ante el Madrid a mediados de agosto.
Como se sabe, a Suárez le diagnosticaron una distensión en la cápsula posterior de la rodilla derecha. El "Pistolero" acortó los plazos de recuperación para jugar en septiembre por la selección uruguaya. Las molestias no remitieron y se habló de un quiste sinovial e incluso de la posibilidad de ser intervenido, lo que le hubiera supuesto un período de baja de unas tres semanas. Sin embargo, eso no sucedió y "Lucho" siguió jugando.
Lo que ha ocurrido es que el líquido sinovial aparece y desaparece, lo que coincidió con la racha de escasa productividad goleadora. Lleva 14 partidos oficiales, solo ha sumado tres goles y anímicamente se está resintiendo.
De acuerdo con lo que precisó Mundo Deportivo el técnico Ernesto Valverde y el responsable médico del primer equipo, Ricard Pruna, "estarán muy encima de él en estos días. Tanto para llevar a cabo un plan específico que le permita volver a la senda de su mejor estado de forma".