El uruguayo Luis Suárez pasará por el quirófano para solventar un problema en su rodilla, que arrastra desde la disputa de la Supercopa de España, cuando se retiró del Real Madrid-Barcelona con molestias.
El delantero no pudo jugar los dos siguientes encuentros (Betis y Alavés) pero fue alineado por Uruguay acortando considerablemente los plazos estimados de recuperación. Aquella distensión en la cápsula posterior de su articulación ha derivado en las molestias actuales.
Suárez está compitiendo con un quiste sinovial en su rodilla derecha y, aunque no es grave y puede jugar con este problema, le produce muchas molestias y los médicos le han aconsejado que pase por el quirófano para solucionarlo con una sencilla operación que le tendría entre dos y tres semanas de baja. En estos momentos, Suárez se entrena y juega pero está sometido a un tratamiento conservador.
Según desveló Cataluña Radio, algunos médicos del Barcelona son partidarios de esperar, ya que el líquido sinovial aparece y desaparece de su rodilla, causándole dolor intermitente.
De momento se han dado un plazo de un mes para comprobar la evolución y si las molestias persisten aprovecharía el próximo parón liguero a causa de los compromisos internacionales de las selecciones para pasar por el quirófano. Esta próxima semana se confirmará la clasificación matemática de Uruguay para el Mundial de Rusia, con lo que el delantero podría quedar liberado de participar con su selección.
Tras el partido entre el Barcelona y el Sevilla, correspondiente a la jornada 11 y que se disputa el fin de semana del 4 y 5 de noviembre, sería el momento escogido por todas las partes, ya que durante dos semanas no habría competición.
Sería muy justo que el uruguayo pudiera reaparecer ante el Leganés en Butarque (18 o 19 de noviembre), pero si no hay ningún contratiempo podría estar disponible para disputar el penúltimo partido de la fase de grupos de la Liga de Campeones, que se juega en Turín ante la Juventus el 22 de noviembre.
