La conocida compañía Bosh anunció que está cerca de la fabricación de los combustibles sintéticos que se realizarían principalmente gracias a la captura del CO2.
Para la fabricación de estos combustibles, se extraen del agua las partículas de hidrógeno y se combinan con el CO2 reciclado de otros procesos industriales y de las partículas de dióxido de carbono que han capturado los filtros del aire. Este proceso se lleva a cabo en unas plantas especiales donde se emplea la electricidad generadas por energías renovables.
Bosch ha realizado un estudio para transformar CO2 en materia prima. Bosch es una compañía alemana iniciada en 1886 por Robert Bosch. Cuenta con 264 centros de producción, 250 delegaciones comerciales y 261.300 empleados en todo el mundo. La facturación del 2006 de Bosch fue de 43.700 millones de euros, según datos de la compañía que opera en las áreas de tecnología automotriz e industrial, bienes de consumo y tecnología de construcción.
¿Te imaginas un motor de combustión libre de emisiones de carbono? Pues lo que antes parecía inimaginable pronto puede convertirse en realidad gracias a la ayuda de Bosch. El secreto, los combustibles sintéticos o neutros en carbono en cuyo proceso de fabricación capturan CO2. De esta manera, este gas de efecto invernadero se convierte en materia prima pudiendo producir gasolina, diésel y un sustituto del gas natural con la ayuda de electricidad generada por energías renovables.
Según asegura Volkmar Denner, presidente del Consejo de Administración de Robert Bosch GmbH: "Los combustibles sintéticos pueden hacer que los vehículos de gasolina y diésel sean neutros en carbono y, por lo tanto, que contribuyan significativamente a limitar el calentamiento global".
Según el estudio de la compañía, en 2050 el uso de este combustible podría ahorrar hasta 2,8 gigatoneladas de CO2, o lo que es lo mismo, el triple de las emisiones de dióxido de carbono que produjo Alemania el año pasado.
El resultado que se obtiene es un combustible completamente sintético que hace funcionar tanto a motores diésel como de gasolina sin necesidad de modificar sus componentes internos. Otra ventaja sería la de poder suministrarse en cualquier estación de servicio, evitando tener que instalar una nueva red.
Aunque en la actualidad la fabricación de estos combustibles es algo complejo y costoso, con el tiempo, e incrementando su producción su precio rondaría el 1 o 1,40 euros por litro, según los estudios de Bosch.
A pesar de que la emisión de CO2 por parte de los coches seguiría siendo igual, en la fabricación de este combustible sintético se retirará el mismo número de partículas de la atmósfera.