Es una decisión medida al minuto, tomada de acuerdo con Zidane. Cristiano Ronaldo comenzará a entrenarse en Madrid el 28 de julio, justo un mes después de su último partido de competición, el disputado el 28 de junio frente a Chile, esa semifinal de la Copa Confederaciones que Portugal perdió en los penaltis.
El entrenador quiere que sus hombres disfruten de treinta días como mínimo de parón activo, pues no dejan de ejercitarse una hora al día para mantener abdominales, flexibilidad y fondo, con una carrera de media hora, aunque sea en cinta.
La decisión repite la postura tomada hace un año, cuando Ronaldo, lesionado en la final de la Eurocopa, no reapareció hasta el 10 de septiembre. No jugó la final de la Supercopa de Europa ganada al Sevilla por 3-2 en Trondheim. Ahora tampoco tiene previsto jugar la Supercopa continental en Macedonia ante el Manchester de Mourinho, el 8 de agosto, pues solo llevará diez días de entrenamiento. Su objetivo, como adelantó ABC hace un mes, será jugar la Supercopa de España frente al Barcelona, el 13 de agosto en el Camp Nou y el 16 en el Bernabéu.
Ronaldo está de vacaciones. Regresara a Madrid en unos días y después volará a Japón para un compromiso de publicidad y volver a descansar en otro lugar unas jornadas, antes de empezar el duro trabajo físico individual el 28 de julio, mientras sus compañeros continuarán su gira por Estados Unidos hasta el 3 de agosto. El 29 de julio tendrá que declarar en el Juzgado número 1 de Pozuelo de Alarcón por la denuncia de su presunto fraude fiscal. Y el día 4 del próximo mes ya se ejercitará a las órdenes del sargento calvo, Pintus.
No está previsto que dispute la Supercopa de Europa el día 8 de agosto aunque el rival sea Mourinho y el United. Su diana es el Barcelona y la Supercopa de España. Y la Liga. Y la Decimotercera Champions. Y ganar en enero su quinto Balón de Otro. Y el trofeo The Best de la FIFA. Y disputar su último Mundial, el de Rusia, en buenas condiciones, con 33 años.
