El fútbol español se jugaba sin números fijos hasta que, en la temporada 2015-2016, La Liga (entonces LFP) se unió a la moda de que cada jugador tuviera un dorsal fijo del 1 al 23. Desde entonces, una maldición persigue un dorsal en el Real Madrid.
Es la maldición del '10', un número mítico en el balompié que, en el Bernabéu, suele traer mala suerte a sus portadores.
En casi todos los casos el patrón de comportamiento es el mismo: el jugador llega con fama de jugador importante, se hace con un puesto relevante y termina saliendo del club casi defenestrado.
Su última víctima ha sido James Rodríguez. El colombiano se despidió del Madrid con más pena que gloria y probará suerte en el Bayern Múnich con el Real Madrid.
Éstas son historias de jugadors números 10 que no la pegaron en el Madrid
Robinho
El brasileño sustituyó a Figo, uno de los pocos jugadores que no se ha visto afectado por esta 'maldición'. Su llegada fue galáctica, pero más allá de un buen debut, su nivel nunca estuvo acorde de las expectativas que generó. Salió escaldado del Real Madrid rumbo a un Manchester City que, entonces, no era el club top que hoy es.
Sneijder
El holandés llegó en una época turbulenta. Primero lució el 23 y con ese número no le fue mal. Ganó la Liga. Pero luego se pasó al 10 y ahí llegó el problema. Afectado por cuestiones extradeportivas y una vida demasiado festiva, salió con la llegada de Florentino Pérez y contra la voluntad de Pellegrini dejando tras de sí dudas de si en el Bernabéu habría recuperado el nivel que sí dio en el Inter, con el que ganó el triplete.
Lass Diarra
El francés llegó en el mercado invernal de 2009 y protagonizó un puñado de buenas temporadas que acabaron con polémica y acusaciones de Mourinho de falta de profesionalidad y lesiones inexistentes. Salió por la puerta de atrás.
Özil
El alemán brilló con el Real Madrid, pero también fue objeto de una salida desagradable. En la 2012-2013, con Mourinho aún en el Bernabéu, el alemán fue objeto de las iras del luso y de algún enfrentamiento con Sergio Ramos. El capitán defendió a su compañero y salió escaldado con su entrenador. El cambio de técnico, la llegada de Ancelotti, no logró retenerlo. Se fue tras la llegada de Bale y en medio de declaraciones cruzadas de su padre cargando contra el club y el presidente, Florentino Pérez.
Tras Özil llegó James para coger su dorsal e 'infectarse' de esta maldición que sólo ha dejado a Figo como jugador casi intacto por esta suerte de desfortunas. Incluso Benzema, cuando lució el '10', tuvo problemas. Fue en su primera temporada en la capital, ésa que acabó con malos registros goleadores y acusaciones constantes de sobrepeso y mala vida lejos de los campos.
James
Apenas terminado el último Mundial de Clubes, el colombiano dejó la puerta abierta a su salida. Eso sentó mal y provocó que el propio entrenador le tuviera que dar un tirón de orejas. Fue el principio de su adiós. Un caso parecido al de otros jugadores afectados por la maldición del '10'.