Madrid no fue el sábado la única ciudad en la que se vivió un festejo por todo lo alto tras la consecución de la Champions League, pues en otra localidad de Italia, Nápoles, se festejó por todo lo alto.
Pero, en este caso, el motivo del festejo era bien distinto. La ciudad transalpina no estaba celebrando la victoria blanca, estaba festejando la derrota turinesa y, sobre todo, de Gonzalo Higuaín.
El delantero argentino, presente en el once inicial de Allegri el pasado sábado, es persona 'non grata' en Nápoles por lo que consideran una 'traición' a su equipo, razón que les valió para lanzar cohetes, fuegos artificiales y festejarlo por el centro de la ciudad.