Hace una semana el técnico del Manchester United, Jose Mourinho, montó en cólera cuando vio el césped del Olimp-2 Stadium de Rostov en Rusia, asegurando que no podía comprender cómo la UEFA podía permitir jugar en ese campo, “si es que puede llamarse campo”.
El técnico portugués también dejó claro al término del encuentro que el estado del césped condicionó totalmente le partido: “Es un buen resultado teniendo en cuenta las condiciones. Fue imposible jugar mejor, era imposible jugar la pelota, imposible hacer juego de pase”.
Después de las críticas de Mourinho, la federación rusa ha tomado la decisión de prohibir al Rostov jugar partidos oficiales en casa, “hasta que las condiciones no mejoren”.