El Arsenal ha sufrido la derrota más abultada de la historia de un equipo inglés en competiciones europeas, tras caer por 10-2 frente al Bayern de Múnich. Dicho resultado provocó que la afición explotase en contra de la continuidad de Arsène Wenger, que sorprendió con su lectura del encuentro.
“Hemos tenido una actuación con el espíritu y el orgullo que queríamos”, afirmó. “Después de eso, la historia termina mal. Realmente tuvimos mala suerte porque hubo 100% penalti contra Walcott cuando íbamos 1-0. En la segunda parte el árbitro mató el partido. Lewandowski estaba en fuera de juego, no fue penalti y además de eso nos muestra una tarjeta roja [a Koscielny] que nos mata completamente”.
“El Bayern es un buen equipo, pero puede darle las gracias al árbitro por las decisiones de la segunda parte. Me deja enfadado y frustrado, sobre todo porque estamos en un período difícil. Voy a recibir un montón de críticas, pero eso no cambia mi pensamiento. Los jugadores no me han defraudado, ha sido el árbitro el que me ha defraudado”.
Ahora el Arsenal se enfoca en la Premier League donde marcha quinto en la tabla.