La siempre eterna discusión sobre la sede de la final de la Copa del Rey ha durado bien poco en este 2017. Apenas unos días después de conocerse los dos finalistas, Barcelona y Alavés, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha informado a través de un comunicado oficial de que el partido se celebrará el próximo 27 de mayo en el estadio Vicente Calderón de Madrid.
El Atlético de Madrid ha sido el único equipo que ha ofrecido su estadio y la RFEF no ha tardado en aceptar su propuesta. Será la decimocuarta ocasión en la que estadio rojiblanco albergue una final, la segunda de manera consecutiva, lo que enlaza con la oferta de Enrique Cerezo de establecer su nuevo estadio, el Wanda Metropolitano, como sede fija en el futuro.
Será la decimocuarta ocasión en la que el Calderón albergará una final de Copa
El Alavés mostró su interés por jugar en San Mamés, una alternativa que la propiedad del estadio descartó por motivos logísticos, dada la proximidad del encuentro con la celebración de un concierto. El Barça, por su parte, prefería hacerlo en el Camp Nou, pero la opción del Calderón, donde ha ganado tres títulos, es la que se ha acabado imponiendo.
“Me parece bien, todo me parece bien, y me trae buenos recuerdos de la temporada pasada”, ha comentado Luis Enrique apenas unos minutos después de hacerse oficial la noticia en la sala de prensa del Parque de los Príncipes. Finalista en las últimas cuatro ediciones, el Barça se alzó con el título el curso pasado en el Manzanares, venciendo al Sevilla en la prórroga tras un duro partido.
