Luis Suárez no jugará la final de Copa del Rey. El uruguayo vio dos amarillas en apenas minutos y fue expulsado del terreno de juego en un momento clave, con el Atlético buscando el gol que forzaba la prórroga.
Suárez vio una tarjeta amarilla en el 87' y otra en el 90', cuando dio con la mano en la cara a un rival. Se mostró tan indignado que, retirándose al túnel de vestuarios, se quitó las espinilleras y las tiró con rabia contra el banquillo culé.
El delantero azulgrana se refirió a la jugada en los micrófonos de Gol: "Me río, porque parece que era lo que quería, porque en ningún momento le doy. Buscan la amarilla cuando ni siquiera es falta, pero acá ya se sabe cómo va. Y la primera tarjeta era la primera falta que hacía, pero se veía venir".
Preguntado por la explicación del árbitro, Gil Manzano, Suárez respondió: "Ninguna explicación, como en todos los partidos".
Es la primera expulsión del delantero charrúa con la camiseta del Barça y la primera desde hace tres años, cuando fue sancionado por la FIFA por el mordisco a Chiellini en el Mundial de Brasil.