EL HADARY A SUS 44 AÑOS, FUE FUNDAMENTAL, DETENIENDO DOS PENALES
El encuentro comenzó con Egipto cediendo la posesión a Burkina Faso. Los potros no se arrugaron, y tuvieron un gran arranque de partido, distribuyendo el balón con cabeza, y sin dar pelotazos. De esta forma, consiguieron inquietar la portería del veterano El Hadary en un par de ocasiones, pero el guardameta estuvo muy seguro en todo momento. Con Bance fijando muy bien a la defensa, Nakoulma fue una pesadilla, demostrando su gran potencia.
No obstante, fue el conjunto de las pirámides el que tuvo las dos ocasiones más peligrosas del primer tiempo. Primero mediante un gran disparo de Trezeguet que apenas se marchó a centímetros del poste izquierdo de la portería burkinesa. La segunda fue un disparo lejano de Kahbara que a punto estuvo de sorprender a un lento de reflejos Koffie. En cualquier caso, los primeros 45’ minutos tuvieron un ritmo muy lento, que tuvo como resultado un 65% de posesión para los del Oeste del Continente.
Las estrellas aparecen en el segundo tiempo
La segunda parte empezó con un par de minutos de retraso. Los potros salieron con todo desde el pitido del colegiado, y pronto embotellaron a Egipto. En menos de cinco minutos, El Hadary tuvo que volver a aparecer para despejar un potente disparo de Bertrand Traore. Al igual que ocurriese en el primer tiempo, Burkina Faso dominaba el cuero, con un gran Bertrand Traore como líder del equipo, pero le seguía faltando un elemento distinto en los últimos metros.
Cuando peor pintaban las cosas para Egipto, con su centro del campo inexistente y sus rivales siendo muy superiores, llegó el tanto de los faraones. Kahbara ganó un balón de espaldas, el cual cedió de cara para Mohamed Salah. El ‘10’ sacó toda su clase a relucir, y con un soberbio disparo a la escuadra adelantó a los faraones. Golazo del jugador de la Roma.
Empata Bance y el partido se marcha a la prórroga
Andaba Héctor Cúper meditando con qué cambios cerrar el partido, cuando la leyenda burkinesa, Bance, consiguió el empate con otro gran tanto. El gigantón bajó con el pecho un buen centro al área de Razack, y sin dejarla caer, voleó para batir por fin a El Hadary. Los nervios se hicieron notar durante el resto del tiempo reglamentario, aunque fueron los potros quienes tuvieron un par de ocasiones en el tiempo de descuento. En cualquier caso, el empate no se movió del electrónico y ambos equipos se marchaban a la prórroga.
Los 30’ minutos de añadido estuvieron marcados por una gran carencia de ritmo. Las fuerzas estaban al límite, y tan solo Burkina Faso trató de inquietar la portería rival en acciones rápidas y esporádicas. No sucedió gran cosa durante la prórroga y, tras 120’ largos minutos de juego, llegaba la hora de los penaltis.
Los once metros deciden el primer finalista
La tanda de penaltis fue una auténtica montaña rusa. Koffie comenzó siendo protagonista deteniendo con una gran parada el primer lanzamiento, sin embargo, el propio guardameta quiso lanzar el cuarto penalti, el cual le adivinó El Hadary. Se igualaba la tanda con solo el quinto lanzamiento por disputarse. Warda no falló pero El Hadary se convirtió en el auténtico héroe, deteniendo el penalti decisivo. Egipto pasa sufriendo a su octava final –ha ganado las siete anteriores que ha disputado-, y espera ya a su rival, el cual saldrá del enfrentamiento entre Camerún y Ghana.
