Que su perro ladrara como loco y alertara a los vecinos, fue el aviso que salvó la vida del ex futbolista camerunés Rigobert Song, que contó su particular historia cuando sufrió un derrame cerebral. El es el único africano que ha jugado cuatro mundiales en 1994, 1998, 2002 y 2010.
"Me sentí mal, caí de lado y por suerte no me tragué la lengua. Había dejado la puerta abierta porque esperaba una visita. Si la hubiese dejado cerrada estaría muerto. El perro empezó a ladrar fuerte y llamó a mi casero, que llamó a una ambulancia. Fue un milagro", cuenta Song en una entrevista a L'Equipe.
"Cuando desperté del coma pesaba solo 60 kilos. Increíble para un tío tan grande como yo. He recuperado cinco kilos y estoy mejorando día a día por la rehabilitación", asegura al diario francés.
Además, el camerunés, exjugador de Metz, Salernitana, Liverpool, Galatasaray o West Ham, entre otros, explica que esa noche se sintió cansado. "Entonces, empezó la oscuridad. Mientras estaba en coma vi a mi padre, que murió cuando yo tenía 9 años. Y me dijo: "¿Qué haces ahí? ¡Ven!", relata.