El equipo del Chelsea se sobrepuso este sábado 2-1 a un Tottenham que fue muy superior en la primera parte pero que se vino abajo tras el empate de los ‘blues’. Los de Conte mantienen el liderato con la victoria
El Tottenham no sabe lo que es ganar en Stamford Bridge desde hace 26 años. En la última visita, llena también de malos recuerdos perdieron el campeonato liguero ante el histórico Leicester, con aquel gol de Hazard. Los Spurs no han sido los más laureados de Londres en los últimos tiempos, viendo como sus vecinos se han coronado con títulos ligueros y europeos. En el enfrentamiento de hoy el fracaso no entraba en ningún plan de Pochettino, que se está alejando progresivamente del nivel de la temporada anterior.
El Chelsea llega en un estado de gracia. En el otro derbi de Londres, ante Arsenal, Conte perdió por un contundente 3-0. Estaba en la cuerda floja, pero la derrota abrió los ojos del italiano que cambió a su sistema y el rendimiento de sus hombres de una forma radical. Desde esa fecha hasta ahora, los ‘blues’ acumulan 6 victorias y 0 goles encajados. En otras palabras, Chelsea es sinónimo de equipo más en forma de la Premier League.
Los locales no contaron con ninguna baja importante, lo que le permitía seguir con su exitoso sistema de tres defensas, con un entonado Diego Costa como referencia. En los Spurs, destacaba la baja de Rose y la de Alderweireld. Sufriría por la banda izquierda sin la velocidad de el lateral inglés por la que Pedro, que ha recuperado la buena forma, desplegaría su fútbol.
Empezó el Tottenham con mala suerte. Bien plantado, tomaron la posesión y empujaron al Chelsea atrás. Mandando con claridad, Kane recibió una falta que colgaría Erikssen. El propio Kane mandó el balón al fondo de las mallas con ese centro, pero en posición ilegal. Siguió el dominio de los visitantes y fue tal que consiguió acabar con la imbatibilidad ‘blue’. Erikssen, en el minuto 11, desplumó al laureado sistema de tres defensas con un zurdazo espectacular desde fuera del área. Muchísima personalidad del Tottenham en el inicio que se recompensó justamente.
Le costó despertarse al Chelsea tras el gol. El partido se durmió, con un Tottenham que aprovechó la ventaja y siguió controlando la posesión. Los de Conte no sabían lo que era crear juego: Kanté y Matic apenas tocaban balón y los de arriba no tenían oportunidades. Pasaban los minutos y al Tottenham no le salía ningún aspecto a criticar. La recuperación del balón fue clave en el dominio del partido que junto a las pocas pérdidas, hizo que Pochettino y sus hombres hicieran su mejor primera parte de la temporada.
Tuvo que ser Pedro el que desatascara el partido al borde del descanso. El canario, desaparecido en toda la primera parte, fue el encargado de empatar el partido. Recibió en la frontal del área, controló y el balón quitó las telarañas de la portería. Golazo del español (en el tercer disparo a puerta en toda la primera mitad) que curó el inconformismo que se estaba creando en Stamford Bridge ante el dominio visitante. La individualidad se opuso a lo colectivo, y Pedro logró él solo que los jugadores se fueran a vestuarios empatados a un gol.
No esperaba el Chelsea que se repitiera lo mismo en la segunda parte. Empezó tomando la iniciativa, intentando empujar al Tottenham hacia atrás y sobre todo, tirando más a puerta. No tardó ni cinco minutos en darle la vuelta al partido. Hazard y Diego Costa se bastaron solos para llegar desde el medio campo a la portería de los spurs para que, finalmente, el hispano-brasileño asistiera a Moses, que remató completamente solo para poner el segundo. Era un gol de líder, que le devolvía a la primera posición.
Ni mucho menos optó por desinflarse el Chelsea tras anotar el segundo, que ahogó a los Spurs con una alta presión e intensidad. Los papeles se cambiaron completamente: Conte era el dueño y señor del partido. El Chelsea no quería repetir el fallo de su rival e intentó de todas las formas posibles ampliar la ventaja de la forma más rápida. Ante este dominio el primero en pagar las consecuencias fue el surcoreano Son. Pochettino lo sustituyó por Winks y adelantó la posición de Dembelé, dejando claras sus intenciones de recuperar la fructífera posesión de la primera parte. Tampoco fue el día de Alli, que fue sustituido poco después por Nkoudou.
Conte dio con la tecla de nuevo
El transcurso de la segunda parte fue muy favorable para el Chelsea. Nos dejó un tramo final en el que los Spurs, con las líneas más adelantadas, intentaron arrancar un empate a la desesperada. Sin embargo, el muro del Chelsea volvió a aparecer tras el gol de Pedro con un destacado Azpilicueta que partido a partido se consolida como unos de os mejores defensores de la competición.
El derbi de Londres fue para un Chelsea que aguantó el alto rendimiento en la primera parte y que salió a por el partido en la segunda parte. Ganó quien más actitud puso. Los ‘blues’ siguen líderes con una racha formidable de 7 victorias seguidas en contraposición con el Tottenham, que se distancia 7 puntos de la primera posición.
Alineaciones
Chelsea: Courtois, Azpilicueta, Luiz, Cahill, M.Alonso, Kanté, Matic, Moses (Ivanovic), Pedro (Óscar), Hazard (Willian) y Costa
Tottenham: Lloris, Vertonghen, DIer, Walker, Wimmer, Wanyama, Erikssen, Dembelé (Janssen), Alli (Nkoudou), Son (Winks) y Kane
Goles: 0-1 Erikssen (11′) 1-1 Pedro (43′) 2-1 Moses (50′)
Árbitro: Michael Oliver, amonestó a David Luiz (Chelsea) y (Spurs)
Stamford Bridge. Jornada 13 de la Premier League.