La gran noticia en los instantes previos al duelo entre Crystal Palace y Manchester City estuvo en la titularidad de Yaya Touré. La prolongada bronca entre el agente del futbolista y Pep Guardiola había provocado que el centrocampista costamarfileño no contase para nada, así que verle en la alineación de los skyblues llamó poderosamente la atención. Al final Touré fue la figura en la victoria 1-2 del City.
Guardiola le situó en un doble pivote junto a Fernandinho, con De Bruyne por detrás de Sergio Agüero y Nolito y Sterling en las bandas. El hecho de prescindir de David Silva y no poder contar con Ilkay Gündogan provocó que viésemos un Manchester City bastante espeso en términos de circulación de balón.
En la primera parte el ritmo de ambos equipos fue bastante tedioso, y sólo en el tramo final de esos primeros 45 minutos el cuadro de Guardiola consiguió tener alguna posesión más prolongada cerca de la portería defendida por Hennessey. Sería en el minuto 39 cuando los visitantes lograron adelantarse, después de una gran combinación entre Yaya Touré y Nolito que el medio costamarfileño acabó mandando a la red.
Sin embargo, el Manchester City no logró en absoluto defender la renta a través de la pelota, y el Crystal Palace, después de la entrada de Connor Wickham, logró intimidar la meta de Claudio Bravo con relativa continuidad. Antes del tanto del empate, Benteke tuvo un cabezazo franco que detuvo Bravo, aunque el meta chilena no pudo salvar el certero remate de Wickham en el minuto 66.
El tanto del empate llevó a Guardiola a meter a David Silva, y el Manchester City comenzó a intimidar con más regularidad la meta rival. Sería en un balón parado, sin embargo, cuando de nuevo Yaya Torué apareció para poner el 1-2 definitivo en el minuto 82, en un córner que llegó de forma mansa al área pequeña, y que el africano empujó a la red, convirtiéndose en protagonista inesperado para darle a su equipo una victoria importantísima.
