Tras dos años jugando para el equipo que llevaba muy dentro del corazón, el Racing Club de Avellaneda, Diego Milito finalmente se retiró con un partido entre sus amigos de Europa, como el arquero italiano Francesco Todo y el colombiano Iván Ramiro Córdoba, y figuras de Racing Club. El escenario del adiós fue la cancha del Juan Domingo Perón, mejor conocido como ‘El Cilindro’.
La de Milito fue una carrera de éxitos subestimados en el balompié argentino y en el europeo: después de más de 35 años de sequía de títulos, ‘El Príncipe’ fue parte de la histórica escuadra que resultó ganadora del Apertura 2001. El entrenador de aquel equipo, Reinaldo ‘El Mostaza’ Merlo, estuvo presente en la despedida dirigiendo al combinado de Racing.
Militó también sobresalió en Europa, donde militó en clubes de las ligas de Italia y España. En la Serie A, jugó para el Genoa en dos etapas distintas y para el Internazionale di Milano. Con los Neroazzuri, Milito llenó el hueco dejado por la marcha de Zlatan Ibrahimovic al Barcelona conquistando la Champions League del 2010. Aquella final se disputó en el Santiago Bernabéu de Madrid y el nueve argentino anotó el doblete de la victoria 2-0.
Con la selección, Milito vivió a la sombra primero de Hernán Crespo y después a la de Lionel Messi, Gonzalo Higuaín y Sergio Agüero. Disputó la Copa América de Venezuela en 2007 y fue parte del equipo del mundial de Sudáfrica 2010.
El partido de despedida se saldó con otro doblete del ‘Príncipe’ en el triunfo por 3-1 de Racing frente a ‘Los Amigos de Diego’. 'Gracias a este club donde nací, donde me crie, donde me formaron como persona y jugador, donde vine detrás de un sueño y hoy se hace realidad', dijo Milito en emotivas palabras para la hinchada de la Academia.
