Una verdadera alerta a la proliferación masiva de canchas sintéticas se activó en Holanda, luego de que la federación local ordenara la suspensión de treinta campos de juego amateur que utilizaban compuestos de caucho sobre el gramado, informó la Federación de ese país a través de un comunicado.
En términos generales, esto significa que se recomienda evitar esas canchas al menos hasta que se encuentre información fidedigna respecto al daño que podría producir su uso en los jugadores.
De todas formas, la Federación holandesa no se opone al uso, sino que solamente pide cautela mientras se hacen las investigaciones, que los niños no jueguen sobre esa clase de superficies y que los jugadores se duchen y cambien de ropa después de utilizarlas.
El problema radica en que el caucho, usualmente recolectado de neumáticos viejos, podría superar las normas de uso de este material que tienen las autoridades sanitarias europeas y que se emplea en otro tipo de productos, como los chupetes. La primera advertencia la dio la ministro de salud de ese país, Edith Schippers.
"Como toxicólogo, no jugaría en esos campos porque no podemos realizar una evaluación adecuada de los riesgos, declaró el profesor de la Universidad de Utrecht, Martin van den Berg, al programa de televisión Zembla. El caucho se utiliza en las canchas de pasto artificial para retardar su deterioro y permitir que el bote que da la pelota tenga un recorrido similar al que desarrollaría sobre césped natural.