Las estadísticas colocan al Valencia como el equipo de Primera en España con más penaltis en contra en toda la historia de la Liga: 370. Esta temporada, en las siete primeras jornadas acumula 5. Los números engordan, de ahí que el club necesite un antídoto como el portero Diego Alves.
El brasileño se ha convertido en un especialista en parar lanzamientos desde los 11 metros. Ya llegó al Valencia en la campaña 2011/12 con esa vitola. En cuatro campañas con el Almería le lanzaron 18 penaltis de los cuales sólo seis fueron gol: paró 10, uno se estrelló en el larguero y otro lo lanzó Forlán fuera.
En el Valencia la leyenda continuó, aunque el porcentaje de acierto bajó del 55% al 33%. Hasta Cristiano ha lamentado tener a Alves en frente. Con él soñaron ayer Griezmann y Gabi. El francés, que había fallado tres de los últimos cuatro penaltis que había lanzado, cayó en su trampa.
¿Provoca Alves el miedo en sus rivales? Cada vez que le pitan una pena máxima en contra, el brasileño inicia una liturgia que desconcierta a los lanzadores. Les ronda, les susurra, les reta con la mirada, se toma su tiempo, se mueve sobre la línea de cal... Casi dos minutos tardó Griezmann en colocar el balón y prepararse. Dos minutos de guerra psicológica del guardameta que después voló para sacar una mano cruzada, firme, para atajar el balón. Ni Diego Simeone pudo reprimir el aplauso.
Era la primera vez que el francés lo tenía enfrente, pero no Gabi. En diciembre de 2010, con la camiseta del Zaragoza le marcó cuando defendía la meta del Almería. Ayer, nada más escuchar el silbato de Clos Gómez se pidió el balón, muy decidido. Y otra vez Alves reprodujo su ritual: le habló, cercó el balón y logró desconcertarle lo suficiente para que su disparo fuera flojo y a sus manos. En esta ocasión ni siquiera tuvo que lucirse.
Nunca un portero había parado dos penaltis en un mismo partido en la Liga, aunque no hayan servido para que su equipo se llevara la victoria. «Si hubiesen empatado el partido, el 90% del mérito sería de Alves», reconoció el Cholo.
Ayer fueron dos, pero la pasada semana también se lució en Leganés y batió el récord de 17 paradas que tenía Zubizarreta. El mejor parapenaltis de la historia de la Liga ya es Diego Alves. Y eso que su futuro no estaba claro a finales de la pasada campaña.
En la agenda del Valencia estaba buscarle una salida para hacer hueco a Ryan (que empezó el campeonato como titular) y a Jaume, renovado hace unas semanas hasta 2022. Con contrato hasta 2019, su alta ficha y su ascendencia en el vestuario, no siempre considerada positiva por los últimos entrenadores, le colgaron el cartel de transferible, pero no llegó ni una sola oferta que contentara a las partes. Rumores del Barcelona tras la salida de Claudio Bravo, del Sevilla... para finalmente acabar adueñándose de la portería de Mestalla ante la mirada de su jefe, Cesare Prandelli, que a partir de hoy se hace cargo del equipo.
El ex seleccionador italiano tomó buena nota de las carencias y las virtudes del Valencia que empezará a dirigir esta misma tarde. Pasan por instaurar automatismos defensivos y mejorar la pegada, si es que es posible sin un delantero centro. Arduo trabajo le espera. De momento, Voro le avisa: «Quiero tardar mucho tiempo en tener que volver al banquillo».
Fuente: Diario El Mundo
