El portero español Iker Casillas fue uno de los protagonistas de la fase previa de la Liga de Campeones en el partido que su equipo, el Oporto, disputó ante la Roma en el estadio Do Dragao.
En un choque en el que los suyos comenzaron perdiendo con un gol en propia puerta y empataron posteriormente tras la expulsión del exbarcelonista Vermaelen.
En un lance del juego, Iker Casillas tuvo prácticamente en sus manos un balón fácil, que llegaba raso y sin aparentes problemas para su detención. El exmadridista falló en la captura del balón y lo dejó muerto dentro del área, algo que aprovechó el visitante Edin Dzeko para recogerlo. Sin embargo, el disparo del bosnio acabó flojo y el defensa Alex Telles salvó la acción de Casillas.