Después de 29 años en el Manchester United de Inglaterra, Ryan Giggs ha decidido poner punto final a su etapa como red devil tras dos temporadas como asistente de Louis Van Gaal.
Pocos lo saben pero se podría decir que Giggs es el Raúl del Manchester City. Es vóx pópuli que el galés sólo ha jugado en el United en toda su carrera, pero no tanto que pasara por la cantera de los citizens. Igual que hizo el Atlético de Madrid, los vecinos del nuevo equipo de Mourinho dejaron escapar al jugador considerado como el mejor de la historia del United según la web oficial del club.
Finalmente, debutó como profesional y red devil un 29 de noviembre de 1990 con tan solo 17 años, creció, maduró en Mánchester y nunca se fue de allí. Lo que le daba el United, Ryan se lo devolvía al club. El de Cardiff, que empezó como una de las mayores perlas del fútbol británico desde George Best, respondió a las expectativas y rindió como la máxima figura del campeonísimo United de Sir Alex Ferguson, el del único club inglés en conseguir un triplete.
En tiempos que los extremos puros (siempre es buen momento para recordar que el extremo a banda cambiada es un invento del fútbol moderno) eran condiciones sine qua non en la mayoría de los grandes, Giggs se hizo dueño de la banda izquierda de Old Trafford. La mezcla de una velocidad endiablada con una técnica a la altura de pocos hacía honor a su fama de heredero de Best. El mítico ‘7’ del norirlandés se lo llevó Eric Cantona, pero por juego, la gente veía en Giggs un nuevo Georgie. No hay más que ver uno de sus mejores goles con la elástica roja, en el partido de desempate de las ‘semis’ de la FA Cup ante el Arsenal en 1999.
Llegado el momento, supo echarse a un lado y aceptó el rol de suplente. Pero supo reconvertirse en un centrocampista más creador, menos regateador y con menos desborde como antaño, pero seguía aportando. Y tanto, que es el único jugador de la historia en conseguir marcar en 22 ediciones de Premier League de manera consecutiva. Evidentemente, debido a su condición de extremo, nunca ha sido un goleador como tal (114 goles en 672 partidos) pero si algo no le falta es consistencia y regularidad.
Tras dos Champions Leagues y 13 trofeos de Premier, entre otros muchos títulos (por no hacer de esto la Biblia), dicen que se va a entrenar al Nottingham Forest. No sabemos cuántos equipos entrenará a lo largo de su carrera, lo que es inamovible es que como jugador, Ryan Giggs sólo ha sido de un club: el Manchester United.
