La selección de Irlanda se clasificó a Octavos de Final de la Eurocopa, tras ganar 1-0 a Italia en partido por la tercera fecha de la fase de grupos.
Comenzó el partido Italia comportándose como lleva haciéndolo toda esta Eurocopa: cómoda, como un gato al calor de un coche recién apagado, mientras Irlanda le asestaba un envite tras otro. El acontecimiento aumenta su repercusión si se atiende a que el combinado que dirige Antonio Conte salió al césped del Pierre Mauroy de Lille con nueve cambios respecto al equipo que formó en los partidos frente a Bélgica y Suecia. Tan solo Bonucci y Barzagli repitieron para apuntalar una zaga que parece preferir el fragor de la batalla frente al ensimismamiento de la superioridad con balón.
No llegó el primer acercamiento de los italianos a la meta defendida por Randolph hasta el filo del descanso, en botas de Ciro Immobile. Antes Brady, y especialmente Hendricks, centrocampista de gran recorrido y poderosa llegada, produjeron sendas ocasiones que bien pudieron significar el uno a cero para los irlandeses. El primero acaparó una cuota de balón altísima, mientras hacía gala de un exquisito trato de pelota y un magnífico golpeo de balón con su pierna zurda.
Ante la impasividad transalpina, los irlandeses, británicos como son, verticalizaron sobremanera su ataques. Facilitó esto la labor del extremo McClean, que pegado a la izquierda, protagonizó varias incursiones por banda que dificultaron la labor a Bernardeschi, atacante de formación, y que ayer jugó como carrilero derecho en el inamovible 3-5-2 de Conte. Por contra Long estaba aislado arriba, no había secuencias de pases que lo acercasen al cuero, y su participación se redujo a pelear por envíos directos contra los imponentes defensas italianos.
De la caseta italiana únicamente pareció salir con otro tino el delantero de la Juve Zaza, que con cada encendida disputa por el balón mandaba una petición de titularidad a su entrenador. Tuvo incluso ocasión de anotar en una complicada volea que pasó silbando al larguero.
Seguía necesitando Irlanda un gol para disputar los octavos, así que Martin O'Neill dio entrada a McGeady, regateador nato, con la esperanza de encontrar en una filigrana la grieta en la defensa “azurra” que llevaba más de una hora persiguiendo. Lo intentó con un zurdazo tras bicicleta al poco de ingresar en el partido, pero obtuvo el mismo resultado que sus compañeros. Italia es un conjunto muy bien trabajado por su técnico, que saca el máximo partido a los recursos de los que dispone, pero en el que el escudo ejerce como el primer baluarte de su férrea defensa.
Pero el castillo se derrumbó cuando Brady, el guía futbolístico de los suyos, peinó un balón al área que permite a los irlandeses enfrentarse a los anfitriones en los octavos de final.
Ficha del partido
0 - Italia: Sirigu; Barzagli, Bonucci, Ogbonna; Bernardeschi (Darmian, m.61), Sturaro, Thiago Motta, Florenzi, De Sciglio (El Shaarawy, m.82); Zaza, Immobile (Insigne, m.75)
1 - Irlanda: Randolph; Coleman, Duffy, Keogh, Ward; McClean, McCarthy (Hoolahan, m.77); Hendrick, Murphy (McGready m.70), Brady; Long
Goles: 0-1, m.85: Brady
Árbitro: Ovidio Hategan (RUM), amonestó a los italianos Sirigu, Barzagli y Insigne, y a los irlandeses Long y Ward
Incidencias: Partido de la tercera jornada del grupo E de la Eurocopa de Francia disputado en el estadio Pierre Mouroy de Lille ante unos 50.000 espectadores.