El seleccionador de Perú, Ricardo Gareca, perdió los papeles al término del encuentro, en el que su equipo se dejó empatar ante Ecuador después de ir ganando 2-0.
Perú jugó una primera media hora primorosa, pero a partir de entonces Ecuador comenzó a estirarse y a poner en muchos apuros la meta defendida por Gallese, hasta que acabó empatando el 2-0 que inicialmente había conseguido el conjunto dirigido por Gareca.
El hecho de dejarse empatar encendió los ánimos de los aficionados peruanos que se encontraban detrás del banquillo de su selección, y tras el pitido final varios increparon al técnico argentino, que respondió a los insultos hasta que pudo que ser empujado por sus ayudantes a la bocana de vestuarios, con el fin de evitar más conflicto.
Al término del encuentro, cuando fue preguntado por el incidente, el preparador argentino no quiso referirse al episodio: “De los hinchas no opino, no hablo. Para mí es un asunto terminado. Respeto las opiniones”.
Sobre el encuentro, aseguró que “fue un partido emocionante entre dos equipos que se la jugaron. Toca prepararse para el siguiente partido”, y se mostró tajante diciendo que está “convencido de que podemos revertir nuestra situación en la Copa”.