El delantero uruguayo, Luis Suárez, ha tenido una gran campaña con el Barcelona es España es donde es todo un ídolo. A pocos días para que se cierre la temporada el charrúa es el favorito número 1 para dejarse la Bota de Oro gracias a los 37 goles que lleva.
A Luis Suárez le falta un zapato dorado para tener el par. Un pie está vestido con una Bota de Oro, aunque no dispone de otra que le haga compañía. Puede que por poco tiempo. De seguir así, los 37 goles que ha convertido en besos en sus celebraciones le permitirán recoger su segundo galardón al máximo goleador en las competiciones europeas. Y de paso, hacer añicos el monopolio entre Leo Messi y Cristiano Ronaldo.
Uno de los dos ha logrado el calzado hecho quilates en los últimos seis cursos de forma ininterrumpida, y sólo el uruguayo pudo compartir el privilegio con el portugués en la campaña 2013-14 con 31 festejos. Tras el partido ante el Granada, podría romper la cadena.
«Antes de que empezaran Leo y Cristiano fue un compatriota, [Diego] Forlán, quien la consiguió. Tiene mérito que los uruguayos estén tan arriba», admitía ayer el 9 del Barcelona, sabedor de que podría igualar las dos Botas de Oro del rubio goleador (2004-05 y 2008-09). Desde la última, Ronaldo o Messi han aparecido en la galería del calzado dorado.
Actualmente, Suárez dispone de 37 muescas y una distancia de cuatro sobre Cristiano Ronaldo y Gonzalo Higuaín (33). Todo ello gracias a su puntería, pero también a su pilotaje, ya que en las últimas jornadas ha pisado a fondo su acelerador anotador: en cuatro partidos ha celebrado 11 de los 21 tantos del Barça. «Es difícil decir cuando está uno en su mejor momento, se puede gafar», cuenta supersticioso. De hecho, confiesa que cambia de botas si no marca. Sus pies, de un tiempo a esta parte, no le han fallado.
A ello ha contribuido que sus vecinos de tridente le hayan ayudado a marcar como un poseso, algo que pretende repetir mañana en Granada, donde el Barça persigue el título de Liga. «Obviamente, el gesto se agradece y mucho, y más de un gran compañero como Leo, como Ney o Andrés [Iniesta]. Cuando hay una oportunidad, te buscan más que otras veces».
Ahora bien, no niega la evidencia. Entre ser máximo goleador de la Liga y poder tener en sus manos el campeonato, elige la segunda opción. «Ser Pichichi o goleador, si no somos campeones, no sirve para nada. En el Liverpool nos quedamos cerca del título y no ayudó [ser Bota de Oro]», explicó antes de viajar hoy a Granada, donde se juegan el título.
La evolución anotadora de Luis Suárez en el Barça es evidente. Debutó un 25 de octubre de 2014 y no celebró su primera diana hasta un mes más tarde, frente al APOEL. Cerró el curso 2014-15 con 25, convirtiéndose en el último atacante del rastrillo azulgrana. Sin embargo, esta temporada totaliza 56, y se ha convertido en el máximo goleador barcelonista. Algo que desde 2009, con Samuel Eto'o, nadie le discutía a Messi, máximo asistente del equipo en la Liga con 16 regalos. Los mismos que el charrúa, de quien se dudó de su estado físico y de su encaje en el ataque a su llegada por 81 millones. Hoy no hay duda que valga.
Pichichi, Bota de Oro y... ¿candidato al Balón de Oro? Repudiado en la última edición, habla con cierto resquemor: «Lo que pasó está olvidado, no soy rencoroso y tengo un respeto que no tuvieron por mí».
Fuente: Diario El Mundo
