Alemania podría este domingo tener su gran premio al esfuerzo realizado durante años con la consagración de indiscutibles figuras que reflejan un extraordinario proceso desde las selecciones menores. Ante Argentina en la gran final de Brasil 2014, se podría culminar la gran labor realizada por dirigentes que tomaron en serio el conformar un equipo que diera frutos.
Y es que este equipo que ha llegado a la final del Mundial lleva junto mucho tiempo. Joachim Löw tiene como base de este conjunto a una generación dorada que ganó la Eurocopa Sub 21 en 2009, en un equipo que contaba con Manuel Neuer, Jerome Boateng, Mats Hummels, Sami Khedira, Mesut Ozil y Benedikt Howedes. Alemania goleó en la final de Suecia a Inglaterra (4-0) y fue la consagración de Mesut Ozil, algo oscurecido en este Mundial. Los seis han venido siendo titulares (con algún paréntesis de Khedira, obligado por la lesión de la que se recuperó justo a tiempo y que requería algo más de descanso) en este Mundial. Lo fueron contra Francia en cuartos y frente a Brasil en semifinales. A ellos se les ha añadido futbolistas de la misma edad como Muller y Kroos (24 años) y algo más jóvenes como Gotze (22) o Draxler (20), todos para acompañar a los veteranos como Lahm, Schweinsteiger o Podolski.
Hay que recordar que cuatro de los seis jugadores de aquella Eurocopa Sub-21 ya estuvieron en el Mundial de Sudáfrica-2010. Fueron Neuer, Boateng, Özil y Khedira, y los cuatro tuvieron mucho que ver en el tercer puesto logrado por Alemania en aquel Mundial. Hummels y Höwedes se unieron al grupo en la Eurocopa 2012 en Ucrania y Polonia, donde Alemania fue semifinalista.
Los seis se han mantenido como núcleo de este equipo de Lowe. Hummels, el intelectual del grupo y un pensador nato, señala que esta unión es parte del éxito: "Es muy bueno haber crecido juntos. Sabes cómo son tus compañeros dentro y fuera del terreno. Es como una familia".
La conjunción de tanto talento tampoco fue casual. Empezó en la Eurocopa 2000 donde la selección alemana quedó eliminada en la fase de grupos. Después de aquel fracaso, la Federación Alemana de Fútbol decidió que tenían que hacer un plan de regeneración, por lo que se pusieron manos a la obra. Realizaron un programa de búsqueda de jóvenes jugadores de edades comprendidas entre ocho y 14 años en todo el país, supervisado por un total de mil técnico. Dicho programa permitió a los equipos de la Bundesliga fichar a los mejores para sus centros de formación.
Casi al mismo tiempo, animó a sus entrenadores a perfeccionarse y tomar cursos. De este modo, Alemania cuenta en este momento con 35.000 técnicos de fútbol, siendo el país que más entrenadores tiene. A partir de esta enorme cantera base, los grandes clubes alemanes vieron que los talentos casi salían solos y que no tenían necesidad de fichar a jóvenes extranjeros, como hacen la mayoría de los equipos de las otras ligas continentales. Mucho fútbol base y menos chequera a la hora de firmar.
Evidentemente, el talante de Joachim Low ha tenido mucho que ver con el éxito. Decidido partidario del juego de la selección española, no reparó en elogios hacia el conjunto de Del Bosque hasta el punto de que ha aprovechado el talento de los suyos para exporta el toque español (dado en llamar el tiki-taken), pero con la fuerza, la verticalidad y la pólvora que es clásica en el fútbol alemán. Viendo los seleccionados, siempre fueron favoritos. Trabajaron duro y sin alardes. Pueden graduarse el día 13.
Con información de ABC