Examen de conciencia. Mea culpa, Y culpa general. Zidane fue crudo en el vestuario del Volkswagen Arena. Es la tercera vez esta temporada que el entrenador del Real Madrid denuncia la falta de intensidad de sus futbolistas.
Su crítica también fue dura tras la derrota en el derbi y en la costosa victoria en Las Palmas. Es el principal problema defensivo que sufre un equipo que ha demostrado que tampoco soporta el esfuerzo físico de dos partidos importantes al cabo de cuatro días. Un capítulo grave para una plantilla que no ha jugado la Copa y debería estar más descansado que nadie. Hay una deficiencia física que señala a Bettoni, ayudante de Zidane. El club analiza que no es un problema de preparación, sino de actitud, de capacidad de sacrificio. El equipo falló. Pero también su responsable, Zidane. Lo más grave es que todos fallaron.
La reflexión pausada que los dirigentes y la dirección deportiva realizaron el día después es que un equipo que aspira a ganar la Champions no puede ser un error generalizado, desde su técnico a sus futbolistas, pasando por su falta de entrega, de poderío físico y de compromiso.
Medio partido con diez
El primero que se equivocó es Zidane. Benzema se lesionó a los cinco minutos y tardó más de media hora en cambiarle, tiempo que el Real Madrid jugó verdaderamente con diez hombres. Tras este error, el responsable del conjunto no valoró la situación del partido, con 2-0 en contra, superado por la táctica de robo y contragolpe alemana, y sacó a Jesé para mantener un esquema 4-3-3 que era la continuidad de la derrota, pues los delanteros no ayudaban al centro del campo y Casemiro se veía superado por la tromba local, con Modric sin fuerzas y Kroos agobiado por la superioridad táctica aplicada por Hecking, un preparador desconocido que demostró sabiduría de lobo estepario, sin colocar un nueve fijo para locura de Ramos y Pepe. Zidane necesitaba un cuarto centrocampista y no lo vio. Isco sustituyó a Modric en el segundo tiempo. James entró por Kroos. Todo tarde y mal.
Volvieron a correr menos
El entrenador estuvo mal, sí. Pero la falta de intensidad, de carácter para correr más que los contrarios y de acierto del Real Madrid no fue culpa de su jefe. En el césped estaba el once titular de los dos últimos meses. Y el conjunto blanco volvió a correr menos que el enemigo, como le sucedió frente al Atlético. Ante el Barcelona corrió más y venció.
La carencia de soporte físico, de compromiso y de sacrificio en la presión es un problema de capacidad pulmonar y de personalidad de ciertos futbolistas que Zidane no ha elegido. El francés desearía que le dejaran hacer el plantel de la siguiente campaña para asumir más responsabilidades sobre todo lo que suceda.
La entidad asume que en julio deberá acometer un cambio necesario de profesionales, porque el plantel actual no aúna la necesidad imperiosa de futbolistas que luchen hasta el final en cada partido, que corran igual o más que el contrario y que tengan la capacidad de presionar con esa «intensidad» durante los noventa minutos de un partido. La palabra más señalada en la crítica general a la carencia principal del Real Madrid, «intensidad», es una virtud que no cumplen ni Ramos, ni Marcelo, ni Modric, ni Benzema, ni James, ni Isco, ni Jesé. Algunos, como Modric, físicamente ya no pueden, la verdad. Si el croata se dedica a crear fútbol, no aguanta después en la faceta de presión. Otros jugadores, sin embargo, no tienen en mente esa necesidad de sacrificio. Ni compromiso, como es el caso de James, solo pendiente de su situación personal. En el capítulo positivo, los ejemplos de la actitud que pregona Zidane son Casemiro, Kroos, Lucas Vázquez, Pepe (con el hándicap de su edad) y Carvajal, excelente en el Camp Nou, de quien el entrenador no duda.
Las críticas se han centrado en Zidane, Bettoni, Danilo, Modric y Kroos, pero en realidad es general. Ramos, lento, y Marcelo, desastroso en la destrucción, también están señalados. Todos saben lo que han de hacer para remontar la debacle: todo lo contrario de lo que hicieron en Alemania. La buena noticia es que Benzema podrá jugar. No sufre lesión, solo un golpe en el muslo izquierdo.
Fuente: ABC