El conjunto del Liverpool venció este sábado en su visita al Norwich (4-5) en un partido con un final de infarto en el que el conjunto de Jurgen Klopp rompía el empate en el último segundo de los cinco minutos de prolongación que había añadido el árbitro.
El tanto de Lallana desataba la locura entre los jugadores visitantes, que formaban una piña con los omponentes del banquillo. Una celebración desatada en la que también participaba el técnico alemán, que terminaba con las gafas rotas.
El Liverpool, que se adelantaba en el marcador, veía cómo el Norwich daba la vuelta al partido y se colobaba por delante con dos goles de ventaja (3-1). La reacción visitante daba fruto y llegaba al final del tiempo reglamentario con ventaja (3-4). Pero el árbitro añadía cinco minutos de prolongación y los locales lograban la igualada para enfado de Klopp. El técnico, sin embargo, se volvía loco después de que Lallana marcara en el último segundo y diera tres importantes puntos a su equipo. Un partido con un final de infarto.
