El portero de la Asociación Deportiva Carmelita, Víctor Bolívar, sigue siendo blanco de insultos esta temporada. Cada vez que el meta se desprende de la pelota, los aficionados lanzan una serie de improperios en su contra.
Esta situación se presenta desde torneos atrás, sin embargo el jugador dice que en lo personal ya lo superó, pero no así su familia. "A mí (no me quita) nada, pero mi esposa e hijos, sufren al final. Desgraciadamente ahora ya no pueden ir a los estadios. El miércoles fue lo mismo ante Saprissa".
Tanto este domingo en el duelo ante Cartaginés, así como el miércoles anterior ante Saprissa, los árbitros decidieron detener el juego para pedir respeto a los presentes en el estadio.
"Esa gente es falta de Dios. Sé que soy el mejor portero del país aunque hay otros delante de mí, siempre he crecido con eso... A mí no me van a intimidar con eso ni 20 mil personas", agregó el jugador.