El lateral salvadoreño, Alexander Larín, ha vuelto a ser figura y tener minutos en el Club Sport Herediano, algo que no vivió durante la permanencia del entrenador Mauricio Wright.
En esta etapa, ahora con Odir Jacques, las cosas han cambiado para bien, según las palabras del futbolista al diario El Gráfico de El Salvador.
¿Qué significa jugar tu segunda final en el balompié tico de manera consecutiva?
Otra final para mí en el futbol costarricense es algo bueno. Me ha costado mucho jugar en este torneo. Las cosas se me han ido dando en este torneo. Estoy motivado para jugar.
¿Qué opina de jugar el primer partido de la final como visistante en Alajuela el martes próximo y luego cerrar en casa el domingo 24 en casa?
Alajuela decidió jugar el martes y quizá está buscando recuperación luego de haber jugado miércoles. Ellos y nosotros hemos venido jugando partidos muy exigidos. Hemos jugado a mitad de semana y fines de semana. Ha sido un desgaste físico bastante duro y creo que ellos le están apostando a la recuperación.
¿Qué significaría para usted ser campeón en Costa Rica?
Sería muy importante. Uno como jugador quiere dejar el nombre del país en alto y abrir puertas para jugadores de El Salvador, sabiendo que hay talento. Quiero dejar una huella acá en Herediano, así como la dejó Norberto Huezo en el Club Sport Herediano. Sería lago que quedaría marcado en mi carrera.
El entrenador anterior de Herediano, Mauricio Wrigth, aseguró que a usted le faltaba en labor defensiva. ¿Será por esa razón que no le dio la confianza suficiente?
Él dijo que era por eso, pero si fuese por cosas defensivas creo que no estaría jugando todavía. Yo no venía jugando con el entrenador anterior, pero ahora con Odir Jacques tomé mucha confianza
¿Con Jacques tomó la confianza que le hacía falta?
Sí, obvio. Con Mauricio a uno se le bajaba la confianza cuando te decía que no entrabas en su planes. Pero siempre trabajé para que tarde o temprano llegara la oportunidad y ahora con Odir me siento más suelto.