Hakimi nació en Madrid y llevaba sobre sus hombros el peso de África y del mundo árabe, pero nunca se hubiera adivinado que el jugador del Paris Saint-Germain remataría con frialdad el balón al fondo de la red para darle al seleccionado marroquí el triunfo ante un equipo español que nunca pudo abrir el cerrojo de su rival.
Era un día histórico para Marruecos, para África, para los árabes y para los musulmanes. Los Leones del Atlas habían rugido para sorprender a España, campeona del mundo en 2010, y alcanzar los cuartos de final del Mundial de Qatar 2022. El entrenador Walid Regragui no pasó por alto la importancia de la ocasión.
"Antes solo nos apoyaban los marroquíes", declaró Regragui antes del partido contra España. "Ahora son los africanos y los árabes".
Para muchos, fue la sorpresa del torneo, pues los norteafricanos ganaron su primer partido eliminatorio en un Mundial. Pero ¿cómo llegó Marruecos a los ocho mejores de la competición más prestigiosa del fútbol mundial?
El regreso del hijo predilecto de Marruecos
Muchas cejas se levantaron cuando la Federación Marroquí tomó la decisión de despedir a Vahid Halilhodžić en agosto, a poco más de tres meses del Mundial, después de que el técnico bosnio guiara al equipo durante la fase de clasificación para Qatar 2022.
Para los marroquíes, en cambio, se trataba de un cambio para la llegada del heredero del trono de los entrenadores de Marruecos, que ocupaba su puesto en el momento perfecto.
Apodado cariñosamente "Rass l'Avocat" (cabeza de aguacate) por su calva, Regragui era un defensa duro que, pese a haber nacido en Francia, eligió representar a la nación de su familia, con la que disputó 45 partidos.
Desde que se convirtió en entrenador, Regragui ha cosechado éxitos en todos los lugares en los que ha estado, llevando a un club marroquí de la zona media de la tabla, el FUS Rabat, al único título de liga de su historia.
Pasó una breve temporada en Qatar, donde ganó la liga con el Al Duhail SC, antes de regresar a Marruecos, donde condujo al Wydad Cassablanca al doblete de liga y Liga de Campeones a principios de este año.
Era una cuestión de cuándo, no de si se haría cargo de la selección nacional. Muchos marroquíes pensaban que podría ser después del Mundial o dentro de unos años, pero ninguno quedó descontento cuando se anunció que se haría cargo de la selección a menos de 100 días de su primer partido en el Mundial.
En el fútbol africano, Regragui ha sido comparado a menudo con José Mourinho, gracias a su disciplina táctica y a sus estelares dotes de gestión de personas. Ambas cosas han estado presentes en la Copa Mundial.
Marruecos ha jugado más de 400 minutos de fútbol en el torneo y ha llegado a una tanda de penales, pero los Leones del Atlas solo han concedido un gol, un desafortunado tanto en propia meta contra Canadá en el último partido del equipo en el Grupo F.
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Tras la dramática victoria en los penales contra España, circuló por las redes sociales un video en el que se veía a Regragui corriendo hacia las gradas, abrazando y besando a su madre, que se encontraba entre el público.
Regragui es un marroquí nacido en Francia. Reunió al equipo con mayor diversidad nacional del Mundial (14 de los 26 jugadores nacieron fuera de Marruecos y proceden de seis países diferentes) e integró a la perfección a este grupo de jugadores de todo el mundo en una unidad coherente.
Los torneos de la Copa del Mundo pueden ser difíciles de sobrellevar emocionalmente (los jugadores están lejos de casa durante semanas), pero Regragui lo ha contrarrestado permitiendo que las familias de los jugadores se queden con el equipo en la concentración de Qatar.
Al igual que el emotivo video de Regragui abrazando a su madre, una de las fotos más enternecedoras del Mundial fue la de Hakimi besando a su madre tras la victoria de Marruecos contra España.
No solo los jugadores han estado acompañados por sus familias. El propio Regragui fue filmado yendo a las gradas a visitar a su madre, Fatima, quien declaró a la emisora marroquí Arriyadia lo mucho que significaba para ella.
"Durante toda su carrera como jugador y como entrenador, nunca viajé para verle", dijo Fatima. "Llevo más de 50 años viviendo en Francia y esta es la primera competición para la que salgo de París".
Una Federación que se toma el fútbol en serio
A la Real Federación Marroquí de Fútbol (FMRF) también hay que atribuirle el éxito de los Leones del Atlas en el Mundial de Qatar 2022.
Tras décadas de mediocridad futbolística, la FMRF -con el respaldo del Rey Mohammed VI- decidió reformar la estructura futbolística del país.
En 2009, la FMRF inauguró su academia nacional de fútbol, la Academia de Fútbol Mohamed VI -que ayudó a formar a jugadores internacionales como Nayef Aguerd y Youssef En-Nesryi-, e intentó descubrir talentos en la diáspora marroquí contratando a ojeadores de toda Europa para que localizaran en Europa a todos los jugadores juveniles que cumplieran los requisitos.
La federación también empezó a invertir en el fútbol femenino, desarrollando el fútbol en escuelas y clubes, y creando una estructura de liga nacional. Financiada por la FMRF, Marruecos es actualmente el único país del mundo que cuenta con dos categorías de fútbol femenino totalmente profesionales.
La joya de la corona de la inversión futbolística marroquí es el Complejo de Fútbol Mohamed VI, a las afueras de Rabat.
El complejo de entrenamiento cuenta con cuatro hoteles de cinco estrellas, ocho campos homologados por la FIFA -uno de ellos cubierto en un edificio climatizado- y un centro médico que incluye un dentista.
La inversión de la última década ha empezado a dar sus frutos.
Por primera vez en la historia, los clubes marroquíes son campeones de la Liga de Campeones africana masculina y femenina, así como de la Copa Confederaciones masculina, la Europa League africana.
Marruecos también es el campeón del Campeonato Africano de Naciones -un torneo continental en el que las naciones sacan equipos formados exclusivamente por jugadores que juegan en el país-, mientras que la selección femenina quedó segunda en la Copa Africana de Naciones Femenina a principios de este año y se clasificó para su primera Copa Mundial.
El éxito de Marruecos en el Mundial puede ser la mejor historia del torneo hasta la fecha, pero no es el resultado de la suerte y la garra, sino más bien de la pericia y la planificación.
Fuente: CNN en Español
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