Los medios deportivos de Estados Unidos lamentaron la imagen que dejaron ante una Costa Rica con muchas variantes y elogiaron la actuación del portero Keylor Navas, al que consideran fue el hombre clave para que la tricolor pudiera quedarse con la victoria 2-0 en el estadio Nacional de la Sabana.
No obstante, celebraron la clasificación al Mundial luego del fracaso que sufrieron en el proceso anterior cuando quedaron eliminados de Rusia 2018.
''En lo que podría ser su último partido de clasificación en casa, el portero Keylor Navas estuvo espectacular para los ticos. El jugador de 35 años hizo algunas paradas cuando el partido estaba sin goles y recibió una gran ovación de los fanáticos locales después de abandonar el partido con lo que pareció ser un golpe menor en la segunda mitad'', destacó en su crónica el sitio web de la Major League Soccer.
USA Today por su parte indicó: ''Mucho se hablará de la deslucida actuación contra Costa Rica, que ni siquiera jugó con algunos de sus jugadores claves por temor a recibir una segunda tarjeta amarilla y perderse el desempate. Los estadounidenses crearon pocas oportunidades y no pudieron hacer nada con las que hicieron, incluso después de que el destacado portero costarricense Keylor Navas se fuera con unos 10 minutos por jugar''.
''En el minuto 75, el partido se había ralentizado. Navas se fue con una gran ovación, Pulisic con silbidos. Los pensamientos comenzaron a centrarse en cosas más grandes: para Costa Rica este verano y Estados Unidos a fines de este año'', señaló The Washington Post.
Los Angeles Times, por su parte, expresó: ''Keylor Navas demostró por qué los ticos merecen estar en el Mundial al hacer seis atajadas para mantener el juego cerrado''.
Sitio web de la MLS
El equipo nacional masculino de EE. UU. se clasificó para la Copa Mundial de la FIFA 2022 luego de una derrota de 2-0 ante Costa Rica en el partido final de la clasificación de Concacaf el miércoles por la noche en el Estadio Nacional en San José, Costa Rica.
Mientras tanto, los ticos se dirigirán a Qatar para enfrentarse a Nueva Zelanda de Oceanía en un desempate intercontinental en junio por un lugar en la Copa del Mundo. Sabiendo que ese camino era una gran probabilidad para Costa Rica, nueve jugadores (incluidos varios titulares regulares en peligro de suspensión por acumulación de tarjetas amarillas) descansaron.
Una paliza de 5-1 a Panamá el domingo en Orlando puso a la USMNT en la primera posición para exorcizar a los demonios de Couva en 2017, necesitando cualquier resultado excepto una derrota por seis goles o más en San José para reservar su boleto a Qatar.
Después de un comienzo prometedor en la segunda mitad para Estados Unidos, en el que Keylor Navas se zambulló para evitar un cabezazo de Miles Robinson , Costa Rica rompió el empate sin goles en el minuto 51.
Juan Pablo Vargas se aferró a un tiro de esquina de Brandon Aguilera y con su cabezazo superó a Zack Steffen desde fuera del área chica.
Los Ticos duplicaron su ventaja ocho minutos después con Anthony Contreras rematando en el poste de atrás luego de que Jewison Bennette reciclara un balón en una jugada fija que Steffen tuvo problemas. Esa rápida sucesión de goles, quizás, puso a algunos un poco más nerviosos que cuando comenzó el partido. Pero el pitido final trajo el resultado deseado: el regreso a la Copa del Mundo después de perderse Rusia 2018.
Tres cosas
EL PANORAMA GENERAL: Fuera de un colapso colosal, la clasificación del USMNT para la Copa del Mundo fue en gran parte académica. Pero el plantel habló de cerrar con estilo y hacer historia con un primer triunfo en Costa Rica. Así que hay decepción allí. Pero estamos hablando de un panorama general aquí y se trata de jugar en la Copa del Mundo, y el USMNT lo hará en noviembre.
MOMENTO DEL PARTIDO : Se trataba de la clasificación para la Copa del Mundo y eso se hizo oficial con el pitido final.
EL HOMBRE DEL PARTIDO: En lo que podría ser su último partido de clasificación en casa, el portero Keylor Navas estuvo espectacular para los ticos. El jugador de 35 años hizo algunas paradas en picado cuando el partido estaba sin goles y recibió una gran ovación de los fanáticos locales después de abandonar el partido con lo que pareció ser un golpe menor en la segunda mitad.
The New York Times
Cinco años después de que una noche calamitosa le costó a los hombres de EE. UU. un lugar en la Copa del Mundo, una nueva generación saltó al campo en Costa Rica y reclamó un puesto en el torneo.
No fueron exactamente las vacaciones de primavera, pero la selección masculina de fútbol de Estados Unidos viajó a Costa Rica esta semana con todo el estrés y la carga psicológica de los estudiantes universitarios de segundo semestre.
El trabajo más duro, después de todo, había terminado. Todo lo que se exigió de los jugadores en el partido final de la competencia de clasificación para la Copa del Mundo fue lo mínimo: simplemente evitando una derrota de seis goles en su partido del miércoles en Costa Rica, un déficit que no habían registrado en un partido competitivo en 65 años: reclamarían un boleto para la Copa del Mundo a finales de este año en Qatar.
Sin embargo, los desastres a largo plazo no son un peligro abstracto para los hombres estadounidenses. Hace cinco años, viajaron a Trinidad en circunstancias igualmente soleadas y, luego de una confluencia de eventos improbables , no lograron clasificar para la Copa del Mundo de 2018. Ese fiasco ha perseguido al equipo todos los días desde entonces.
El miércoles por la noche, entonces, llegó algo de redención. En el juego número 14 de su campaña de clasificación, frente a una multitud llena de vida en San José, Estados Unidos caminó hacia una derrota de 2-0 ante Costa Rica que fue más que suficiente para asegurarse un lugar en la Copa del Mundo de 2022.
El alivio y la satisfacción de los estadounidenses fue evidente con el pitido final, cuando los jugadores y entrenadores se abrazaron y chocaron los cinco en el campo.
“El equipo está extasiado, muy emocionado de estar clasificado para la Copa del Mundo”, dijo el entrenador Gregg Berhalter. “Clasificar es una rutina y lo logramos, así que el equipo está muy contento”.
EE. UU. comenzó el día en segundo lugar en la clasificación regional de América del Norte, América Central y el Caribe. Costa Rica estaba tres puntos atrás, en cuarto lugar. Los estadounidenses, entonces, podrían perder, pero mientras mantuvieran su enorme ventaja sobre los costarricenses en diferencia de goles, que es el primer criterio de desempate, aún tenían asegurado uno de los lugares de clasificación automática.
Costa Rica todavía tiene la oportunidad de ingresar al torneo a través de un juego de entrada en junio contra Nueva Zelanda. El equipo parecía reconocer las grandes probabilidades de subir al tercer lugar en la clasificación. Descansó a varios habituales que habían obtenido tarjetas amarillas anteriormente en el torneo, asegurando que no recibirían otra el miércoles y serían suspendidos automáticamente para el juego de entrada.
Pero a los fanáticos apenas pareció importarles, llenando el estadio nacional para saltar y cantar en el ambiente festivo. Cuando Juan Pablo Vargas anotó en el minuto 51, soltaron gritos estruendosos y colectivos, como si hubiera un trofeo en juego. Cuando Anthony Contreras duplicó la ventaja de Costa Rica a los 59, se pusieron de pie y corearon “¡Sí se puede!”. ("Si podemos.")
Al final de la noche, Canadá se había asegurado el primer lugar en la clasificación. México terminó en segundo lugar. Estados Unidos ocupó el tercer lugar, y el último lugar de clasificación automática.
El miércoles por la noche, Berhalter presentó una alineación esencialmente completa, respaldando su declaración previa al juego de que EE. UU. estaba jugando para ganar.
El equipo dudó en un principio en celebrar en el vestuario, aún frustrado por la derrota. Eventualmente, sentimientos de pura alegría se filtraron a través del espacio, y el champán y la cerveza comenzaron a salpicar.
¿Qué viene ahora? ¿Cómo es ese siguiente nivel?
El trabajo sin glamour de la clasificación tiende a olvidarse cuando los juegos reales de la Copa del Mundo hacen señas en el horizonte. El temor puede disiparse. La anticipación puede construir.
El equipo está lleno de jugadores jóvenes, que en muchos casos ocupan papeles estelares en clubes distinguidos de Europa, cuyas trayectorias ascendentes individuales deberían, en teoría, ser un buen augurio para el grupo.
“Creo que podemos hacer algo de daño, hombre”, dijo Pulisic. “Creo que el país nos apoyará y le daremos todo lo que tenemos”.
Berhalter también señaló que los próximos meses brindaron mucho tiempo para que los jugadores que actualmente están al margen del equipo, o que no están involucrados en absoluto, presenten sus casos para unirse al grupo en Qatar.
Pero todo eso se resolverá en los próximos meses. Por ahora, después de un viaje sin estrés a Costa Rica, están adentro, y esa es razón suficiente para que celebren.
USA Today
Durante cuatro años, los hombres de EE. UU. cargaron con el aguijón y la vergüenza de perderse la Copa del Mundo en Rusia.
No importó que solo quedaran un puñado de jugadores de ese equipo, o que la falla provocó un reinicio que ha resultado en lo que quizás sea la mayor colección de talento que ha tenido el USMNT. Perderse una Copa del Mundo por primera vez en 32 años definió al grupo actual tanto como al anterior.
Hasta ahora.
A pesar de una actuación poco inspiradora y una derrota por 2-0 ante Costa Rica, los hombres de EE. UU. se clasificaron oficialmente para la Copa del Mundo el miércoles por la noche. La derrota ante los Ticos dejó al USMNT un lugar, al tercero, en la clasificación, pero aun así fue suficiente para obtener uno de los tres lugares automáticos de Concacaf.
Canadá y México también clasificaron, mientras que Costa Rica irá a un desempate de un partido en junio contra un equipo de Oceanía.
"Estoy extremadamente orgulloso, extremadamente orgulloso de este grupo", dijo Christian Pulisic, quien sollozó en el campo después de que el USMNT fuera eliminado hace cuatro años. "Es un sentimiento un poco extraño ahora porque odio perder tanto. Pero estoy muy orgulloso".
Como debe ser él y el resto del USMNT.
Mucho se hablará de la deslucida actuación contra Costa Rica, que ni siquiera jugó con algunos de sus jugadores claves por temor a recibir una segunda tarjeta amarilla y perderse el desempate. Los estadounidenses crearon pocas oportunidades y no pudieron hacer nada con las que hicieron, incluso después de que el destacado portero costarricense Keylor Navas se fuera con unos 10 minutos por jugar.
Luego de que Juan Pablo Vargas cabeceara un tiro de esquina a los 51 para darle a Costa Rica su primer gol, la USMNT lució completamente desarticulada. Ocho minutos después, el arquero Zack Steffen falló el despeje de otro tiro de esquina y se salió de su posición, permitiendo que Anthony Contreras rematara fácil por el costado cercano y pusiera a los ticos arriba 2-0.
Pero la clasificación para la Copa del Mundo nunca es una cosa fácil o segura. Pregúntale a Italia. El cuatro veces ganador y actual campeón de Europa se perderá su segunda Copa del Mundo consecutiva después de ser eliminado la semana pasada por Macedonia del Norte .
Ya sea que los estadounidenses ganaran este juego o lo perdieran por cinco goles, el resultado final fue el mismo. Gracias a su empate en México la semana pasada y una victoria de 5-1 sobre Panamá el domingo , la USMNT simplemente necesitaba no perder ante Costa Rica por seis o más goles y estaba en camino a Qatar.
Que ahora es.
"Obviamente, no es la forma en que queríamos terminar la noche", dijo DeAndre Yedlin. "Un pequeño desliz en el viaje, pero al final del día, logramos lo que queríamos lograr y eso es clasificarnos para la Copa del Mundo".
Washington Post
Al final de un viaje incierto de siete meses, en una ventosa noche de miércoles en otro estadio tembloroso lejos de casa, la selección masculina de fútbol de EE. divagar.
Con las salvaguardas en su lugar, se sintió más como una cuenta regresiva que como una competencia: 90 minutos para terminar lo que comenzó tan mansamente el otoño pasado en San Salvador y para exorcizar los demonios que habían perseguido el programa desde que un fiasco en el Caribe hace cuatro años y medio terminó con una serie de siete consecutivos. apariciones en torneos.
La segunda mitad no fue fácil, pero la derrota por 2-0 ante Costa Rica quedó dentro del margen de error de los jóvenes estadounidenses para avanzar al mayor espectáculo deportivo del planeta.
“Mirando el panorama general, estamos muy orgullosos de representar a nuestro país en una Copa del Mundo”, dijo el delantero estrella Christian Pulisic. “Estamos emocionados por eso. En un par de días, no creo que estemos pensando demasiado en este juego”
Con un récord de 7-3-4, se unirán a Canadá (8-2-4) y México (8-2-4) de la región de Concacaf en la Copa del Mundo, que se llevará a cabo del 21 de noviembre al 18 de diciembre en Qatar.
Costa Rica empató a puntos con Estados Unidos, pero perdió el primer desempate (diferencia de goles) y se conformó con un desempate contra el campeón de Oceanía, Nueva Zelanda, en junio.
La FIFA, el organismo rector mundial del fútbol, realizará el sorteo de grupos de la Copa Mundial el viernes.
“Al principio fue un poco incómodo porque es extraño celebrar después de una derrota”, dijo el defensa DeAndre Yedlin, “pero se trata del viaje y logramos nuestro objetivo”.
El domingo, Estados Unidos alivió el estrés en el tramo final al derrotar a Panamá, 5-1, un resultado que obligó a Costa Rica a una situación en la que tenía que ganar por seis goles el miércoles para obtener una plaza automática.
El entrenador de EE. UU., Gregg Berhalter, no se arriesgó y nombró una sólida alineación titular encabezada por Pulisic y Tyler Adams. Estaba motivado para proteger el lugar de su equipo en la carrera y ganar una clasificación en Costa Rica por primera vez. El equipo ahora ha perdido 10 seguidos aquí.
Con Costa Rica garantizado de terminar no peor que cuarto y enfrentando grandes probabilidades de escalar al tercero, la prioridad del entrenador Luis Suárez era mantener a los jugadores elegibles para los playoffs. Con nueve en riesgo de recibir una segunda tarjeta amarilla (y suspensión), cinco estaban en el banquillo, tres no vestían uniforme y uno era titular.
Luego de un primer tiempo sin goles controlado por los visitantes, Juan Pablo Vargas y Anthony Contreras anotaron con ocho minutos de diferencia al comienzo del segundo tiempo.
La multitud coreaba: “¡Si, se puede!” (¡Sí, podemos!), pero los estadounidenses recuperaron el equilibrio.
“Es un momento de orgullo para el equipo, un momento de orgullo para el fútbol estadounidense”, dijo Berhalter, “y esperamos competir en la Copa del Mundo”.
El éxito de EE. UU. en la etapa de clasificación fue impulsado por la clase de jugadores jóvenes más prometedora en la historia de EE. UU., una "generación dorada" encabezada por Pulisic, que ejerce su oficio para los grandes clubes de las principales ligas europeas.
Al comienzo de la odisea de 14 juegos, que se condensó por la pandemia, hubo dudas sobre si estaban a la altura del desafío de los partidos de alto riesgo en entornos caóticos de Concacaf y si estaban dispuestos a unirse en torno a Berhalter, un exdefensor estadounidense en su primer ciclo de calificación como entrenador.
“La preparación desde la etapa juvenil siempre fue para que llegara este día”, dijo Tim Weah, un delantero de 22 años. “Siempre hablábamos del día en que podríamos calificar y estar allí con los mejores”.
Jugando juntos en equipos juveniles, dijo Adams, un mediocampista de 23 años, “realmente nos preparamos para esta oportunidad. Queremos reescribir cómo nos ven estos fanáticos estadounidenses, no solo a través de nuestro estilo de juego, sino también de nuestra intensidad, nuestro compromiso, nuestra creencia de que queremos llevar el fútbol estadounidense al siguiente nivel”.
Los estadounidenses comenzaron la clasificación con un empate en El Salvador y un empate contra Canadá en Nashville antes de superar un déficit en Honduras para ganar, 4-1.
“Fue falta de experiencia”, dijo Berhalter. “Realmente nos patearon los dientes en la primera ronda. Estábamos potencialmente demasiado confiados, sin entender de qué se trataba la calificación, y aprendimos esa lección rápidamente”.
En arranques y paradas, encontraron su camino, ganando sus últimos seis partidos de clasificación en casa por un margen de 15-2. Los valiosos puntos de visitante llegaron en Jamaica y México antes de que cerraran el calendario de manera decepcionante en el magnífico estadio nacional de Costa Rica.
La escena era más alegre que intensa. Los aficionados locales no se hacían ilusiones acerca de las posibilidades de su equipo de hacerse con la oferta automática para la Copa del Mundo; solo querían enviar a su equipo con una nota alta y continuar molestando a los visitantes.
El portero costarricense Keylor Navas (Paris Saint-Germain) estropeó la volea de Miles Robinson y luego se echó hacia atrás para evitar que el balón cruzara la línea de gol. También detuvo el tiro en ángulo de Ricardo Pepi. Los estadounidenses sacaron siete tiros de esquina antes del medio tiempo.
Pulisic recibió una paliza, que no pudo haber sentado bien al Chelsea, que reanuda la Premier League inglesa este fin de semana y la Champions League la próxima semana. Sin embargo, volvió a hacerlo en la segunda mitad.
Lo mismo hizo Navas, quien hizo una gran atajada en el cabezazo de Robinson.
En el minuto 51, Vargas rompió el empate al vencer a Walker Zimmerman en un tiro de esquina de Brandon Aguilera y con un cabezazo de siete yardas que superó a Zack Steffen. En el 59, después de que EE. UU. fallara en despejar, Contreras metió un centro de Jewison Bennette.
En el minuto 75, el partido se había ralentizado. Navas se fue con una gran ovación, Pulisic con silbidos. Los pensamientos comenzaron a centrarse en cosas más grandes: para Costa Rica este verano y Estados Unidos a fines de este año.
Debido a que su equipo perdió, dijo Berhalter, "hubo una pequeña falta de celebración en el campo, pero en el vestuario, estamos de fiesta, nos estamos volviendo locos".
Los Angeles Times
Un poco más de una hora después de que Estados Unidos perdiera ante Costa Rica el miércoles, el entrenador Gregg Berhalter dejó a su equipo en el Estadio Nacional de San José y se dirigió al aeropuerto.
La primera parte de su viaje por la Copa del Mundo había terminado con una derrota física por 2-0 en una noche fresca y con brisa, un resultado que dejó a EE. UU. en el tercer lugar del torneo de CONCACAF, pero aun así clasificó para la Copa del Mundo de este otoño en Qatar . La segunda parte de ese viaje comenzaría con un vuelo a Nueva York, la primera etapa de un viaje de 21 horas que lo llevará a Doha para el sorteo de la Copa del Mundo del viernes.
Costa Rica (7-3-4) estuvo invicto en sus últimos siete juegos para tomar el cuarto lugar, terminando detrás de EE. UU. por diferencia de goles. Puede unirse a los otros tres equipos de CONCACAF en Qatar si gana un desempate entre confederaciones con Nueva Zelanda en junio. Los ticos se han perdido la Copa del Mundo solo una vez en este siglo.
El miércoles, el arquero Keylor Navas demostró por qué los ticos merecen estar en el Mundial, al hacer seis atajadas para mantener el juego cerrado. El último pudo haber cambiado el rumbo porque inmediatamente después, Costa Rica bajó al otro extremo y anotó el único gol que necesitaba, con Juan Pablo Vargas subiendo alto para cabecear en un centro Brandon.
Anthony Contreras duplicó la ventaja ocho minutos después, superando al portero estadounidense Zack Steffen después de que EE. UU. no pudiera despejar el balón frente a su red.
