Su atajada valió un Mundial. Sobre el cierre de la final, Emiliano Martínez tapó lo que hubiese sido la victoria de Francia.
A segundos para que culmine el encuentro, el arquero albiceleste se hizo gigante ante Randal Kolo Muani para forzar la tanda de penales.
El atacante de Eintracht Frankfurt quedó mano a mano con el portero de Aston Villa, que tras salir a achicar, tapó el remate con su pierna izquierda.
En los penales, que Argentina ganó 4-2, el guardameta argentino le detuvo el remate a Coman.