El entrenador de Gales, Rob Page, admitió que su equipo cayó muy por debajo de los estándares que se habían fijado, ya que la derrota ante Irán los puso al borde de la eliminación de la Copa del Mundo.
Page se negó a usar la tarjeta roja de Wayne Hennessey, la tercera para un portero en la historia de Copas del Mundo, como excusa para la derrota y dijo que el equipo de Carlos Queiroz mereció la victoria.
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Irán golpeó ambos postes y le anularon un gol antes de que finalmente tomara la delantera en el minuto 98 a través de un disparo de larga distancia del suplente Roozbeh Cheshmi, con Ramin Rezaeian agregando un segundo de escapada tres minutos después.
Gareth Bale y Aaron Ramsey, a menudo los arquitectos de los éxitos de Gales a lo largo de los años, fueron decepcionantes y ahora necesitan una victoria sobre Inglaterra el próximo martes para tener alguna esperanza de llegar a los octavos de final.
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Page incluso pareció referirse al partido de Inglaterra como el partido “final” del torneo de Gales, subrayando lo difícil que es el camino por delante para los Dragons a partir de aquí.
“Esta es una pregunta difícil de aceptar”, dijo Page. “Les he dicho antes de cada partido: ‘Ve y muéstrale al mundo lo que nos muestras todos los días y lo que pasó en la cancha no es un fiel reflejo de ese equipo".
"Nos merecemos esta derrota. Caímos muy por debajo de los estándares que nos llevaron a la Copa del Mundo, si hubiéramos cumplido esos estándares, estaríamos bien. Y si no haces eso en las mejores competiciones, te castigan", agregó.
Cuando se le preguntó sobre el juego de Inglaterra, Page dijo: “Queremos terminar la competencia por lo alto con una victoria. Estamos bajos en este momento, pero los volveremos a levantar mañana".
Gales venía de empatar contra Estados Unidos.