Sevmash, la mayor empresa de construcción naval de Rusia con sede en la ciudad báltica de Severodvinsk, anunciaba esta semana la ceremonia solemne de firma del certificado de aceptación y la transferencia del submarino de investigación Belgorod a la Armada rusa.
En una ceremonia solemne, en presencia de la dirección del Ministerio de Defensa de la Federación Rusa, la Armada y otras autoridades, se firmó un certificado de aceptación.
En la ceremonia, en la que se izó la bandera de San Andrés, el Comandante en Jefe de la Armada Nikolai Evmenov enfatizó: “Hoy es un día importante para nosotros: la firma del certificado de aceptación del submarino de investigación Belgorod y su transferencia a la flota. Al crear el barco, se aplicaron avances científicos y las últimas tecnologías de construcción utilizando la reserva técnica existente''.
El submarino “Belgorod” abre nuevas oportunidades para Rusia en la realización de diversos estudios, permite realizar diversas expediciones científicas y operaciones de rescate en las áreas más remotas del Océano Mundial. Este es el resultado del trabajo desinteresado de los constructores navales de JSC “PO” Sevmash “, ingenieros y diseñadores de JSC” Central Design Bureau MT “Rubin”, especialistas de la Armada, trabajadores de empresas aliadas de toda Rusia. La tarea general de construir el submarino Belgorod se ha completado. ¡Deseo a la tripulación un viaje exitoso y siete pies bajo la quilla!”.
Y es que la alegría de la Armada de Putin está más que justificada pues se trata de un submarino de última tecnología que comenzó a construirse en 2019 y que es el mayor jamás construido: en el proceso de construcción, el casco original, de 154 metros de eslora, se alargó a 184 metros (casi 17 metros más que los SSBN del Proyecto 941, los mayores del mundo hasta ahora) con una manga de 18,2 metros (para hacernos una idea del tamaño, el S-80 español tiene 80,8 metros) y un desplazamiento de hasta 17.000 toneladas en superficie y un máximo de 30.000 sumergido.
Submarino nodriza de los “Poseidón”
En cuanto al armamento, la clave del Belgorod es que está diseñado para para remotamente hasta seis vehículos submarinos no tripulados del tipo Poseidón, llamado el “torpedo del juicio final”, con un alcance de hasta 10.000 kilómetros y capaces de sumergirse a una profundidad de 1 000 metros. Están diseñados además para lanzar ojivas nucleares para la destrucción de la infraestructura costera como una segunda opción de ataque nuclear.
En cuanto a las armas propiamente dichas, incorpora el estándar para esta clase de submarinos: torpedos, misiles de crucero y minas.
Durante el combate, el Belgorod puede integrar bajo su quilla un pequeño submarino nuclear diseñado para el buceo en aguas profundas. El Belgorod también puede integrar un segundo submarino de rescate en la parte trasera.
Según el astillero, el submarino Belgorod fue diseñado por Rubin Central Design Bureau for Marine Engineering y construido por Northern Machine-Building Enterprise JSC. El barco está diseñado para resolver diversos problemas científicos, realizar operaciones de búsqueda y rescate, y también se puede utilizar como vehículo de rescate en aguas profundas y vehículos submarinos deshabitados autónomos.
En junio de 2019, el experto militar estadounidense HI Sutton publicó imágenes satelitales del astillero Sevmash, que muestran el K-329 “Belgorod” junto con el K-549 “Knyaz Vladimir” del proyecto Borey, con el Belgorod visiblemente más largo y ancho.
Fuente: Diario La Razón España