Este domingo se vivió un auténtico milagro en el Gran Premio de Gran Bretaña de la Fórmula 1, cuando el chino Guanyu Zhou sufrió un impactante accidente nada más arrancar la carrera.
El chino sufrió un vuelco, dio varias vueltas y terminó estrellándose contra una maya. El piloto salió ileso y tras ser atendido en el centro hospitalaria más cercano se reporta estable e incluso regresó al circuito de Silverstone para ver el final de la carrera.
El Halo que tienen los monoplazas también fue el gran protagonista, ya que gracias a él este domingo no se vivió una tragedia en el deporte de motor.