Díaz además tiene una pasión que ha experimentado desde que se retiró de las cámaras: hacer vinos ecológicos. Con una fortuna de 140 millones de dólares, Cameron decidió patear el tablero de la actuación y dedicar su vida a los negocios, la maternidad y, por supuesto, los vinos.
Según la descripción inmobiliaria de la mansión, la pieza principal es una villa de tres pisos de aproximadamente 11,000 pies cuadrados. Ésta se encuentra en lo alto de un sitio inclinado con vistas al océano y es comparable a una finca de la famosa y hermosa zona del lago de Como en Italia.