
Las partes de la carrocería que sí se conservaron recibieron un diseño diferente como fue el caso de los dos paragolpes o el guardabarros. La barra antivuelco, por su parte, conservó su sitio original por motivos de seguridad. El interior del Smart Crossblade estaba bien rematado… y preparado: todos los materiales y elementos que formaban parte del habitáculo (asientos, consola central, la radio…) se desarrollaron con materiales parecidos al caucho para que resistieran cualquier inclemencia del tiempo.
              
                        

